Las cosas nunca son como parecen y, se podría añadir, ni como se imagina uno al verlas.Todos los monumentos y lugares emblemáticos de cualquier ciudad tienen una historia a sus espaldas y la Torre Eiffel no podía ser menos.

Por : Juan Manuel Fernández

Concebida para mostrarse en el año 1889 en la décima Exposición Universal de París, ha llegado a convertirse en uno de los monumentos más visitados y que más atraen a los viajeros y lugareños de París. 

Nuevo Nº Diciembre 2020

Dicen que tiene una magia especial que seduce y que viste de romanticismo a sus visitantes. Incluso se ha convertid0o desde sus inicios en toda una musa del séptimo arte, inspirando a filósofos, escritores, cineastas y músicos.

Si bien en un principio estaba diseñada y construida para la duración de la mencionada Exposición Universal, finalmente se decidió no derribarla en contra de todas las opiniones desfavorables que tenía, principalmente de los artistas. 

Quien no conozca este hecho pensará que fue edificada para su exhibición de una manera permanente y duradera. 

Se iniciaron las obras el 28 de enero de 1887 y se dieron por finalizadas el 31 de marzo de 1889. 

La primera planta se terminó en abril de 1888 y la segunda en agosto de 1888.

El 6 de mayo de 1889, la Exposición Universal abrió sus puertas al público, que pudo subir a la Torre Eiffel a partir del 15 de mayo.

Dos ingenieros de la empresa Eiffel, Maurice Koechlin y Émile Nouguier, estudiaron el proyecto de una torre metálica de 300 metros. 

Gustave Eiffel parecía no estar interesado en este proyecto, pero concedió a estos dos diseñadores la autorización para proseguir.

Stephen Sauvestres, arquitecto en jefe de esta empresa, fue llamado para colaborar en el proyecto y volvió a dibujar el edificio. 

Esta nueva versión se presentó a Eiffel que se mostró entusiasta y obtuvo la titularidad en exclusiva de la futura torre que lleva su nombre.

Alexandre Gustave Eiffel consiguió ser conocido por haber construido muchos puentes de la red de ferrocarriles franceses, así como la Cúpula del Observatorio de Niza o la estructura metálica de la Estatua de la Libertad. 

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El apellido Eiffel no era el verdadero. Su abuelo lo adoptó, ya que en francés no se podía pronunciar correctamente el verdadero que era Bönickhausen.

El propio ingeniero trasladó su despacho a la parte alta de la construcción, con lo que uno se puede imaginar lo que es  pensar y trabajar a esa altura. 

Algunos datos

La torre fue levantada con más de 7.000 toneladas de hierro forjado y para ensamblar las piezas se necesitaron más de 2.500.000 de remaches.

Pesa más de 10000 toneladas. 

Además de la conservación habitual de cada parte de la torre, se requiere una capa de pintura que la proteja contra el óxido y que se hace cada siete años. 

Como curiosidad, inicialmente estaba pintada en color marrón.

El objetivo del diseño era mostrarse como el edificio más alto de la historia, inicialmente tuvo 312 metros de altura. Actualmente superados a 324 metros gracias a las antenas de comunicaciones que están colocadas en su cúspide. 

En verano, la dilatación del hierro con el calor hace que cobre  unos 12 centímetros más, volviendo a su altura normal cuando llegan las épocas más frías.

Dispone de escaleras con 1.665 peldaños, 5 ascensores que llegan hasta la segunda planta y otros 2 que llegan hasta la cima. 

Por debajo del nivel de entrada existe un sótano, en su día usado con fines militares y actualmente como sala de máquinas de las distintas instalaciones.

Hoy en día está considerada como el emblema de Francia e incluso de Europa.

Ha sufrido algunos intentos de derribo, como en 1909 por cosechar no pocas críticas de artistas y personas de renombre que la consideraban una fea amalgama de hierros en el paisaje parisino. 

Otro intento proviene de una orden de Hitler durante la ocupación de París en 1944, pero el Gobernador Militar de la zona la incumplió.

Iluminación 

La huella más característica del paso del tiempo ha sido la iluminación que ha tenido. 

Su diseño corrió a cargo del ingeniero en iluminación, Pierre Bideau y se componía por 336 proyectores equipados con lámparas de sodio de alta presión.

Un éxito que marcó el punto de partida en París y en las grandes ciudades de Francia y del mundo por apostar en el valor nocturno de los monumentos.

Los haces de luz van dirigidos de abajo hacia arriba.

El encendido de los proyectores se realiza en menos de 10 minutos. 

Desde hace unos 20 años y con la entrada del año 2000, cuando anochece, se produce el “guiño” de unos 20.000 flashes, que duran unos 5 cinco minutos cada hora. Magia y espectáculo que no se puede perder.

Algunos Cambios

Sus instalaciones han sufrido diferentes reformas. La más importante en 1.960, durando varios años, para cambiar los ascensores y dotarle de más  elementos de seguridad, cosa que se hacía necesaria por el incremento de las personas que la visitan cada año. 

Otra reforma que se acometió fue colocar un enrejado en sus terrazas para evitar las altas tasas de suicidio.

Para la Exposición Universal de 1889, cuatro pabellones de madera ocupaban todo el primer piso. Restaurantes con capacidad de 500 personas y alumbrados con luz de gas.

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Los cuatro fueron demolidos para la Exposición de 1937, en la que se realizó una reforma completa de esta planta.

A principios de los actuales años 80 dieron paso a los flamantes “La Belle France” y “Le Parisien”, que a su vez se transformaron en el año 1996 en un gran café-restaurante, “Altitude 95”.

En 1.902 se hizo necesaria la reconstrucción de la parte más alta, tras la caída de un rayo.

A los turistas se le recomienda una visita combinada, inicialmente un paseo en barco por el río Sena, divisando perfectamente la torre y luego subir a la misma, intentando que coincida con el ocaso del sol. Las vistas y colores que se pueden apreciar en esas horas, desde sus distintas terrazas, son indescriptibles.

La torre está abierta al público todos los días del año, para lo que se requiere el trabajo de unas 500 personas. 

Existen muchas imitaciones de la torre Eiffel, pero solo una de ellas dispone de la magia necesaria para atraer al visitante, la de París.  

Sin duda, es un sitio a visitar y disfrutar de todo lo que significa, incluso de repetir.