”Una ciudad que debería estar en el Paraíso” -Víctor Hugo-
La ciudad de Jerez de la Frontera es una de las más representativas de Andalucía y núcleo fundamental del flamenco, además de ofrecer muchos atractivos turísticos.
El origen de la fundación de la ciudad es desconocido, pero se tienen indicios humanos de la época del Paleolítico.
Su orografía de llanuras importantes, ha dado lugar a que en su territorio se cultiven cereales, viñedos y olivos, todos ellos han configurado en el tiempo, la economía y cultura de la ciudad. Igualmente han tenido mucha transcendencia las invasiones de los musulmanes almorávides y almohades, que construyeron residencias militares, civiles y religiosas, muchas de estas aún se conservan.
Jerez se incorporó a la Corona de Castilla en 1264, reinando Alfonso X el Sabio. Durante el siglo XVIII y con administración de los borbones, la ciudad experimentó un desarrollo similar a la modernización de todo el país.
Revista Fetén
La visita de esta población se puede estructurar atendiendo varios aspectos, tales como el monumental,enoturismo, ecuestre,folklore,naturaleza y gastronomía. Baste decir que Jerez de la Frontera es conocida en todo el mundo por sus vinos y bodegas, por ser la cuna del arte flamenco y por la cría de sus caballos. Sin duda, la mezcla de todas estas posibilidades configuran la visita perfecta para conocer a fondo este lugar.
Además, su proximidad a la costa y la montaña hacen que sea un sitio idóneo para realizar excursiones de todo tipo.
La visita de la ciudad se puede iniciar en su punto neurálgico, la denominada Plaza del Arenal, un amplio lugar arbolado que se encuentra a las afueras de la antigua muralla, espacio donde se realizaban enterramientos islámicos. Desde aquí es muy fácil acceder a los dos edificios más interesantes del casco urbano que son la Catedral y el Alcazar.
Este último es un recinto amurallado que tiene forma de cuadrado irregular con una longitud de unos 3 km, equipado con 4 puertas y diversas torres, dos de planta octogonal. Su ubicación fue pensada para poder otear la ciudad y todos sus alrededores, ya que está en la parte más alta del sitio. Tenía carácter militar, defensivo y residencial. Sus muros esconden una gran historia.
En cuanto a la Catedral, es la antigua Iglesia Colegial, ya que Jerez no ha sido sede catedralicia hasta 1980, por medio de una bula de Juan Pablo II que le concedió esta categoría. Está dedicada a Nuestro Señor San Salvador.
Jerez es el nombre de una denominación de origen de los vinos de esta zona, el cultivo milenario de las vides ha perdurado por el tiempo en todas sus variedades tanto de vinos secos como de dulces
Fue levantada sobre una antigua iglesia, que a su vez se construyó sobre la antigua mezquita que existía de la época musulmana, su construcción se inició en 1695 y se terminó en 1778.
Tiene forma rectangular y dispone de 5 naves, prácticamente todo está construido en piedra de la Sierra de San Cristobal. Su diseño aúna los estilos barroco, gótico y neoclásico.
Jerez cuenta también con otras edificaciones religiosas de importancia, fundamentalmente la iglesia de Santiago y la de san Miguel.
Sin duda el más famoso, situado las afueras de Jerez, el Monasterio de La Cartuja de Santa María de la Defensión, fue levantado en la segunda mitad del siglo XV y es, posiblemente, el edificio religioso de mayor valor artístico de la provincia de Cádiz.
Aquí fue donde tuvo lugar la cría del caballo cartujano, una línea de cría del caballo andaluz. La importancia de este animal se hizo patente en la época de los cartagineses y posteriormente con los romanos.
Cuando la Corona de Castilla conquistó Jerez, siendo la época de Alfonso X El Sabio, decidió destinar muchos recursos a la cría de estos animales para proteger la frontera del antiguo Reino de Granada, ese fue el momento en el que se inició la construcción del monasterio de La Cartuja.
Jerez es el nombre de una denominación de origen de los vinos de esta zona, el cultivo milenario de las vides ha perdurado por el tiempo en todas sus variedades tanto de vinos secos como de dulces. Se conserva una auténtica tradición de catas de sus diferentes tipos, que además son exportados a muchas partes del mundo.
Entre los secos podemos elegir entre los finos, amontillados y olorosos. Y entre los dulces los moscateles y el famoso Pedro Ximenez.
Dentro del propio casco urbano de Jerez, así como en sus alrededores, hay diversas bodegas que son visitables por el público, todas con horarios y visitas programadas.
Volviendo al centro de la ciudad, podemos disfrutar de la visión de muchas casas palacio que se encuentran desperdigadas en sus calles, merece la pena contemplarlas dada la belleza de sus fachadas y también de edificios singulares como el Teatro Villamarta.
Existen muchas razones para conocer este rincón de España, pero además la simpatía de sus gentes y su forma desenfadada de celebrar la vida la hacen aún más atractiva y digna del disfrute.
