Turismo de Nikko presenta algunos de sus edificios y alojamientos más reconocidos donde el viajero tendrá la oportunidad de empaparse y conocer la cultura nipona con influencias occidentales desde ese otro punto de vista

 

 

Algunas de sus propuestas para visitar son la villa imperial de Nikko Tamozawa, reconocida como la construcción de madera más grande de Japón, que combina el estilo nipón y occidental; las villas de las Embajadas británica e italiana; el Hotel Nikko Kanaya donde se alojaron personalidades como Einstein; o el Meiji no Yakata, un edificio clásico donde degustar gastronomía occidental.

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 La ciudad de Nikko, situada en plena montaña, sorprende, entre otras muchas razones, por su incalculable belleza natural y arquitectónica. Desde 1999 forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO y se encuentra a escasas dos horas en tren desde Tokio, dos razones de peso por las que el viajero la convierta en visita obligada en su viaje a Japón.

Desde sus inicios, Nikko es un destino que el viajero puede descubrir desde su arquitectura, que mezcla influencias occidentales y que destaca por su belleza y su tradición.

Embajada Británica e Italiana en Nikko

El Parque Memorial de la Embajada Británica y de la Embajada Italiana son edificios clásicos construidos en el Lago Chuzenji, un rincón de gran belleza para el viajero que visita la ciudad en verano. Los parques memoriales de las villas de las embajadas, tanto la italiana como la británica, mantienen sus formas originales desde su construcción, cada una con su peculiar belleza y arquitectura. Hasta el próximo mes de noviembre, ambos edificios se pueden visitar con una entrada de 1´50€ para los adultos y 0´75€ para los más pequeños; durante la cual podrán degustar un delicioso té británico en el salón de té de la Embajada Británica con unas bellas vistas al lago Chuzenji.

Nikko Kanaya Hotel

Este hotel clásico de ensueño está registrado como propiedad cultural tangible de Japón y es el mismo donde se hospedaron personalidades tan reconocidas como el físico Einstein y la oradora y activista política Hellen Keller, entre otros. Con un diseño que combina las influencias occidentales y japonesas, es posible la visita del alojamiento aunque no se sea huésped.

Parque memorial de villa imperial de Nikko Tamozawa

En la villa de la Casa Real, registrada como una Propiedad Cultural Tangible de Japón, se puede experimentar a la perfección la cultura imperial japonesa. Reconocida como la construcción de madera más grande de Japón, en ella se puede apreciar la combinación de estilo japonés y occidental de las tres eras: Edo, Meiji y Taisho.

Se encuentra abierto al público todos los días de la semana excepto el martes con un precio por entrada de menos de 4€ para los adultos y menos de 2€ para niños y se encuentra a menos de 15 minutos desde la estación de JR y Tobunikko.

Edificio de piedra  Miiji no Yakata

Se trata de un edificio de piedra construido con una de las técnicas más peculiares que tiene su origen en Estados Unidos: la mampostería. Aquí, el viajero degustará platos occidentales utilizando la especialidad de Yuba y virutas de calabaza, además de arroz y tortilla en un elegante espacio que envuelve al visitante en la atmósfera de aquella época.