El verano es una de las estaciones del año más impresionantes de Japón, ya que sus calles se visten de animación, color y vida

 

 

Junto con los miles de espectáculos pirotécnicos, Tokio goza de actividades y festivales que experimentar en la capital nipona, como el Festival Kagura y Gagaku, bicentenario y declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de Tokio.

Música, danza, cultura, gastronomía y luz son los denominadores comunes que describen los preciados matsuri de Tokio.

 

La capital nipona cuenta con multitud de atractivos turísticos en todas y cada una de sus estaciones porque todas ellas tienen un encanto especial. En verano, Tokio se tiñe de color, ya que sus cielos se visten con fuegos artificiales que impregnan al visitante en un ambiente inolvidable. Contemplarlos con la Torre SkyTree de fondo o subidos en la barca tradicional denominada yakatabune, son algunos de los imprescindibles en la cita de todo visitante a la ciudad.

El viajero en esta época tiene la oportunidad de disfrutar de los miles matsuri o festivales que se organizan en verano, como por ejemplo, las reconocidas danzas Bon Odori que se caracterizan por su gran expectación y actividad; además de miles de deportes, como, sumergirse en las Islas Izu o Ogasawara y disfrutar del verdadero paraíso donde la naturaleza es la principal protagonista.

 

Festivales en junio

 

Desde mediados hasta finales de junio, se lleva a cabo el festival Kagura y Gagaku en el templo Musashi Mitake-jinja. El viajero tiene la oportunidad de disfrutar de la música y las danzas Kagura, que se caracterizan por ser obras teatrales tradicionales sintoístas, ya sea bajo la luz del sol y el verdor de la naturaleza o bajo la luz de la luna. Este festival cuenta con más de 200 años y con el que se muestra el respeto a los Dioses, razón por la que se declaró Patrimonio Cultural Inmaterial de Tokio en 1957.

 

Otros festivales que contemplar en la capital nipona tienen lugar el día 15 son el Festival de las Luciérnagas de Fussa y el denominado Africa Hibiya Festival del 20 al 23 de junio. El primero de ellos anuncia la llegada del verano a la ciudad tokiota de Fussa donde las aproximadamente 500 luciérnagas gengi crean un espectáculo de fantasía, además de realizarse diferentes actuaciones que animan las noches veraniegas. Por otro lado, en el festival Africa Hibiya Festival el viajero tiene la oportunidad de experimentar en Tokio la cultura, gastronomía y costumbres africanas.

 

 

Festivales en julio

 

El séptimo mes del año es el momento en el que Tokio ilumina y colorea sus noches con los fuegos artificiales; una experiencia sin igual de cara al visitante con la que disfrutar de uno de los espectáculos pirotécnicos más grandes y antiguos de Tokio, el Summer River Fireworks Festival.

Otro de los festivales más destacados es el festival de verano de Ueno. Desde el 14 de julio hasta mediados de agosto, se llevan a cabo eventos diarios multitudinarios, con muestras de esculturas de hielo, linternas flotantes, conciertos al aire libre o un animado mercado de plantas y antigüedades en la orilla del estanque Shinobazuno – Ike.

Además, durante el día 7 y 8 de julio se llevan a cabo otros eventos como por ejemplo, el Mercado de Verano de Hachioji donde el viajero tiene la oportunidad de disfrutar de una feria ambientada en el periodo Edo y, la Feria de Campanillas de Iriya siendo el mayor mercado de campanillas de Japón donde el visitante puede visitar más de 96 puestos, 60 tiendas de profesionales de esta planta y disfrutar de un ambiente con más de 400.000 personas.

 

 

Festivales en agosto

 

Otro de los eventos más importantes del verano y reconocidos de Tokio son las Danzas Koenji Awa-Odori. Se caracteriza por ser un festival de grandes dimensiones que se celebra durante dos noches con más de 10.000 artistas y un millón de visitantes, por lo que la animación, las sonrisas, el ambiente y el color están asegurados.

Por último, el Festival Asagaya Tanabata Matsuri es uno de los principales ejemplos donde se observan los adornos de papel maché gigantes y decoraciones de bambú además, de degustar la deliciosa comida callejera.