Costa Rica posee las condiciones ideales para desintoxicarse del estrés y del ajetreo diario a través de experiencias únicas que van desde saborear numerosas variedades de frutas y verduras, y disfrutar del cacao puro a relajarse en aguas termales de origen volcánico

 

Costa Rica es conocida como el país de la Pura Vida, no sólo por utilizar esta expresión habitual en su forma de hablar, sino porque se trata de una forma de vida que a través de experiencias únicas permiten cuidar mente y cuerpo. La naturaleza y clima del país hacen posible obtener numerosos productos naturales locales que cuentan con propiedades beneficiosas para la salud y aprovechar al máximo los recursos de la naturaleza para relajarse. Es precisamente parte del Wellness Pura Vida.

  1. Saborear las frutas y verduras locales. En poco más de 51.000 kilómetros se desarrollan en Costa Rica 12 zonas climáticas y una serie de microclimas que hacen posible la cosecha y variedad de numerosas frutas y verduras. La mejor forma de disfrutar de ello es con zumos y refrescos naturales, habituales en todos los restaurantes y cafés del país. Entre las frutas, se pueden encontrar desde papaya, plátano, piña y maracuyá, pero Costa Rica cuenta también con productos locales como la fruta del marañón, que viene de la familia de los mangos y se usa frecuentemente para la elaboración de un refresco parecido a la limonada. Otro producto local es el pejibaye, habitualmente cocinado con mayonesa.
  1. Disfrutar de las propiedades del cacao puro. El grano de cacao está lleno de magnesio, calcio y antioxidantes y se considera que tiene beneficios para el corazón. Para experimentar sus beneficios saludables y descubrir la historia y cultura de Costa Rica nada mejor que participar en una ceremonia de cacao al estilo de los pueblos indígenas. Así, sentados en un círculo se puede disfrutar de la bebida ceremonial, elaborada a base de granos de cacao hervidos y participar en los cánticos y mantras al son de los instrumentos tradicionales.
  1. Bañarse en aguas y lodo volcánico. Las aguas termales de Costa Rica provienen directamente de sus múltiples volcanes y son muy ricas en minerales. Los baños en agua y lodo son una tradición que se remonta a siglos atrás, ya que el lodo mantiene minerales como azufre, zinc y magnesio que aportan muchos beneficios para la salud. En concreto el zinc y el magnesio permiten aliviar las inflamaciones de la piel y las articulaciones, y el azufre ha sido usado para tratar la irritación cutánea, incluso se le atribuyen propiedades para frenar el envejecimiento. Para disfrutar de las aguas termales, Costa Rica cuenta con numerosos lugares por todo el país, entre los que destacan los que se encuentran próximos al Volcán Rincón de la Vieja en Guanacaste. La formación de piscinas naturales de cálidas aguas termales, permiten disfrutar de un relajante baño en plena naturaleza. Otra de las zonas que cuentan con una amplia oferta de aguas termales es la Fortuna de San Carlos. Entre las diferentes alternativas es recomendable visitar los lugares certificados y seguir al pie de la letra las indicaciones.
  1. Darse un masaje con piedras volcánicas. El masaje con piedras volcánicas es uno de los tratamientos más populares en Costa Rica. Durante el tratamiento, las piedras negras se calientan en agua con temperaturas entre 50 y 65 grados, y se colocan de manera terapéutica sobre la piel. El calor expande los vasos sanguíneos, promoviendo así la circulación y junto con el peso de las piedras, permite la relajación intensa. Entre los lugares más destacados para darse un masaje se encuentra Playa Montezuma en la provincia de Puntarenas, conocida por sus tratamientos de spa, especialmente porque se pueden disfrutar al aire libre. Estos relajantes tratamientos también están disponibles en spas de otras regiones del país.