Comenzamos este especial Buenos Aires detallando 5 visitas indispensables en la capital Argentina

La Casa Rosada. La Casa Rosada es un palacio ubicado frente a la Plaza de Mayo que funciona como sede del Gobierno Nacional. Este imponente edificio de color rosado ocupa el predio donde se erigió en 1580 el Fuerte de Buenos Aires. Fue la residencia de virreyes españoles y luego albergó, con algunas reformas, a las autoridades de los sucesivos gobiernos patrios. El actual edificio es el producto de la fusión de dos construcciones anteriores: la sede presidencial y el Palacio de Correos (en la esquina de Hipólito Yrigoyen y Balcarce)

El Palacio de Correos, contiguo al edificio, opacaba sensiblemente a la sede del gobierno, por lo que el presidente Julio Argentino Roca solicitó en 1882 un proyecto de ensanche y reparaciones que fusionara a ambos edificios. Para unirlos, el arquitecto italiano Francisco Tamburini (responsable del proyecto original del Teatro Colón) proyectó un gran arco central en la entrada de Balcarce 50, cuya construcción finalizó hacia 1890. Esto marcó el fin de lo que quedaba del antiguo Fuerte: solo se conservaron algunos muros y una de las troneras, que pueden verse en el actual Museo Casa Rosada.

Cementerio de La Recoleta. El Cementerio de la Recoleta se encuentra ubicado en el exclusivo barrio de la Recoleta, que debe su nombre a que allí se hallaba el convento de los monjes recoletos, al que también pertenecía la vecina Basílica Nuestra Señora del Pilar (en la antigua huerta de los monjes se construyó el cementerio).

Es el más visitado de la ciudad, por sus numerosos e imponentes mausoleos y bóvedas, pertenecientes a muchos de los principales protagonistas de la historia argentina, como el de Eva Perón (Evita), una de las tumbas más concurridas. Asimismo, merece una visita por su valor arquitectónico, ya que es una muestra de los tiempos en que el país era una potencia económica emergente y las principales familias de la ciudad competían por construir panteones esplendorosos. Muchas de las bóvedas y mausoleos son obra de importantes arquitectos y están adornados con mármoles y esculturas; más de 90 bóvedas han sido declaradas Monumento Histórico Nacional.

Fue construido en 1822 como primer cementerio público de la ciudad y su trazado es obra del ingeniero francés Próspero Catelin. Luego, hacia fines del siglo XIX, cuando las familias más acomodadas comenzaron a mudarse hacia esta zona de la ciudad, pasó a convertirse en su necrópolis preferida. Entre las personalidades enterradas en el Cementerio de la Recoleta figuran líderes políticos, presidentes de la Nación, escritores, Premios Nobel, deportistas y empresarios.

El Cementerio de la Recoleta ofrece visitas guiadas gratuitas sólo en español. De martes a viernes a las 11 h. Sábados, domingos y feriados, a las 11 h y a las 15 h. El recorrido dura aproximadamente una hora.

-El Ente de Turismo de la Ciudad de Buenos Aires también ofrece visitas guiadas por el barrio de Recoleta, incluido el cementerio.

Caminito es uno de los paseos más emblemáticos de la ciudad y de los atractivos imperdibles para quienes lo visitan. Con sus construcciones típicas de chapa del barrio de La Boca, que muestran sus paredes pintadas de distintos colores, es también un museo a cielo abierto de casi 150 metros de longitud. Su trazado sinuoso se debe a que sigue el cauce de un arroyo que fluyó hasta principios del siglo XX. La zona era conocido popularmente como «Puntin» (diminutivo de «puente» en dialecto genovés).

Durante mucho tiempo formó parte del recorrido del ferrocarril a Ensenada (a una hora de Buenos Aires) hasta que en 1928 el ramal fue clausurado y la vía se convirtió en un callejón abandonado. Fue gracias a la iniciativa de varios vecinos, entre los que se encontraba el pintor Benito Quinquela Martín (uno de los principales benefactores del barrio y cuya obra se conmemora a través del colorido de las casas de La Boca), que en los años 1950 se recuperó el terreno para convertirlo en un paseo peatonal y en una calle museo, en la que de a poco se fueron sumando obras de distintos artistas. En 1959, por iniciativa de Quinquela Martín, se lo bautizó con el nombre del célebre tango “Caminito”, compuesto por Juan de Dios Filiberto y Gabino Coria Peñaloza y estrenado en los carnavales de 1926.

En la “Feria de Artistas Plásticos de Caminito” encontrarás artistas contemporáneos de destacada trayectoria, que exponen y venden sus obras inspiradas en el colorido de su entorno y el sentir tanguero. Funciona todos los días de 11:00 a 18:00 hs (invierno) y de 11:00 a 20:00 hs (verano).

Café Tortoni. El Café Tortoni, bar notable ubicado en el barrio de Monserrat, es el más antiguo de la Ciudad (fue fundado en 1858) y constituye una verdadera atracción para quienes lo visitan.

En sus mesas de mármol y sus paredes está presente una parte importante de la historia de Buenos Aires, ya que entre sus clientes más destacados se encontraban los escritores Jorge Luis Borges, Luigi Pirandello, Federico García Lorca y Julio Cortázar, así como los músicos Arthur Rubinstein y el mítico Carlos Gardel.

Su primer propietario fue un inmigrante francés de apellido Touan, quien lo bautizó en honor a otro célebre Café Tortoni de París. La imponente fachada que da a la Avenida de Mayo fue obra del arquitecto Alejandro Christophersen, realizada en 1898.

Actualmente en el subsuelo del Tortoni se presentan espectáculos de jazz y de tango (al lado del café se encuentran la Academia Nacional del Tango y el Museo Mundial del Tango).

Carlos Gardel tenía siempre una mesa reservada para él, lejos de la vista de sus admiradores. De acuerdo con el poeta Enrique Cadícamo, era la que se encontraba en el costado derecho del salón junto a la ventana entrando por Rivadavia. ¿Oíste hablar de la leche merengada, más allá de la canción de María Elena Walsh? El Tortoni es uno de los pocos lugares en Buenos Aires donde aún se puede pedir leche merengada, que toman los habitantes de la Ciudad desde hace más de un siglo.

Rosedal de Palermo. Dentro del Parque 3 de Febrero, en Palermo, se encuentra el Rosedal, con una colección de más de 18.000 rosas y un lago que lo rodea. Ocupa un espacio que le perteneció a la quinta de Juan Manuel de Rosas, hasta que fue derrotado el 3 de febrero de 1852 en la batalla de Caseros. Comenzó la obra con el paisajista Carlos Thays, el mismo que construyó el Jardín Botánico, el Parque Avellaneda y el Parque Lezama, entre otros. Luego, lo terminó su discípulo Benito Carrasco en 1914.

Todos los meses de julio cuando empieza la época de la poda, los vecinos y turistas se acercan a los jardineros para recibir flores o los esquejes a partir de los cuales se pueden reproducir nuevas especies. De esta manera, en invierno los rosales florecen sanos y fuertes para alcanzar el máximo punto de desarrollo en octubre.

En 2012, el Rosedal de Palermo festejó su centenario (1914-2014) y fue reconocido con el premio internacional «Garden Excellence Award» (Jardín de excelencia). Este premio es otorgado anualmente por la Federación Mundial de las Sociedades de Rosas (WFRS, son sus siglas en inglés).

En sus 3,4 hectáreas que ocupa, también cuenta con un puente griego que cruza el lago, un anfiteatro, un patio andaluz y el Jardín de los Poetas. En este último espacio, 26 bustos recuerdan a personajes célebres como Alfonsina Storni, Dante Alighieri, William Shakespeare y Jorge Luis Borges, entre otros.

CONTINUARÁ…