Por: Guillermo Gómez y José María Echegaray
Pudimos realizar una entrevista a Reyes Calderón, recién galardonada con el premio Azorín a la mejor novela del año por “Dispara a la luna”. Hablamos un poco de su obra y de cómo es el día a día de una escritora de éxito.
Reyes Calderón Dispara a la Luna
Icruceros: Buenas tardes Reyes, muchas gracias por concedernos la entrevista. Vuelven las aventuras de Lola MacHor, pero lo que todos tus lectores quieren saber es: ¿Cuántas novelas más de este gran personaje tienes en mente para el futuro?
Reyes Calderón: De momento, hay una cociéndose a fuego lento. Y otras dos en la cola, en la alacena, a la espera.
Icruceros: ¿Qué van a encontrar los seguidores de tu obra y los fans de Lola MacHor y Juan Iturri en «Dispara a la luna»? ¿Y los que todavía no lo son o no te han leído aún?
Reyes Calderón: Acción, suspense, investigación… y corazón, y bastantes sonrisas. Y una protagonista que enamora. En ella, durante cuatro días, puedes convertirte en un/a guardia civil infiltrado/a que es capaz de cualquier cosa para liberar a un amigo de un secuestro. Oler, gustar, sufrir, reír una investigación criminal en primera persona.
Mas Entrevistas en Icruceros
Icruceros: Se trata de una novela muy cuidada y realizada con esfuerzo y al detalle, se nota que ha sido revisada cuidadosamente infinidad de veces, y es por todo esto que nos intriga: ¿Cuánto tiempo te lleva escribir una novela, desde que tienes la primera idea hasta que el material está totalmente acabado y revisado?
Reyes Calderón: Depende mucho de la novela, desde que cuaja la idea en mi cabeza hasta que consigo cerrar esa carpeta suelen pasar dos años. A veces, unos meses menos. En ocasiones, como con La puerta del cielo, muchos más años.
Icruceros: ¿Escribes tus novelas siempre en el mismo sitio o te vale cualquiera? ¿Hay algún lugar en el que des rienda suelta a tu imaginación con más facilidad?
Reyes Calderón: Mi imaginación parece una lámpara. Sólo debo apretar el interruptor. No importa dónde esté. Mi capacidad de concentración es casi infinita. Pero necesito ese interruptor: leer durante unos minutos un libro que ya conozco bien y dejar que me engolfe. Mis predilectos: El Gran Gatsby; Los Santos Inocentes; Kafka en la orilla; La noche oscura del alma; La familia de Pascua Duarte o Crónica de una muerte anunciada…
Icruceros: Y siguiendo en la misma línea, cuando empiezas un proyecto de estas dimensiones, ¿te dedicas en cuerpo y alma al mismo hasta que está acabado del todo, tomando distancias con la vida normal que llevas a diario, o por el contrario, sigues con tu vida y sacas tiempo para ir escribiendo?
Reyes Calderón: Tengo la sensación de que en mí hubiera muchos yos. Se miran de reojo; conviven pero casi como extraños; se van alternando luchando por ganar la batalla del momento. Puedo salir de un Consejo de Administración, en el que he estado absolutamente concentrada, y a los cinco minutos, de camino al aeropuerto, en el metro, o en el coche, haber cambiado el chip y que los personajes, normalmente un personaje, me haya atrapado hasta dejarme sin aire. Y al llegar a casa, me pongo con los deberes de matemáticas de mis peques. No sé cómo ocurre, pero ocurre. Sin solución de continuidad.
Icruceros: ¿Qué significa para ti ganar un premio tan importante en el mundo literario español como es el Azorín? ¿Podrías revelarnos cuáles son las claves para ganar un premio de tales características?
Reyes Calderón: No tengo ni idea de las claves. Los premios llegan o no. Sólo dependen de tu trabajo en un porcentaje. El resto, lo deciden otros. En mi caso, quiero estar convencida de que, cuando entrego una obra, pueda ser presentada a cualquier premio, lo gane o no: el lector lo merece. Azorín es un premio con nombre de autor, y de autor de enorme prestigio. Provoca reconocimiento, estima, alegría, incredulidad… y un poco de vértigo.
