Mustang llegará a nuestras pantallas el 11 de marzo, mostrándonos una realidad presente en muchas de las sociedades actuales.

 

Por Adrián Gallardo Gómez

 

Puede resultar, en algunos momentos, una cinta monótona, reiterativa y lenta; sin embargo, algo destacable tendrá para haber sido nominada a los Oscar y los Globos de Oro como mejor película de habla no inglesa, haberse llevado el Premio del Público en el Festival de Sevilla, Mejor Película en el Festival de Sarajevo o los 6 premios en Seminci del Festival de Valladolid, incluyendo la Espiga de Plata, entre otros. Y efectivamente, nos encontramos ante un ejercicio de pensamiento, un reflejo de la realidad y un retrato de algunas culturas, las cuales muchos respetarán y aceptarán, y otros rechazarán. La trama nos pone en la situación de cinco hermanas pertenecientes a una familia del norte de Turquía. La inocencia del comienzo dará paso a la “prisión” y tratamiento que recibirán estas chicas para convertirse en buenas esposas, las cuales van desde los 12 a los 16 años.

 

Interpretaciones soberbias y naturales, donde brillan las jóvenes con propio esplendor, y destacando más si cabe a la pequeña de ellas, quien casi podríamos considerar la protagonista de esta historia, pues parece que nos trasladan a sus ojos y su punto de vista. Aun así, el trabajo de todos es excepcional, y el director, Deniz Gamze Ergüven, quien también participa en el guion, ha conseguido retratar sin ambages ni demasiadas pretensiones una cultura que priva a los hijos e hijas del derecho más básico de todo ser humano: enamorarse. El debate está sobre la mesa, y desde luego nadie va a quedarse indiferente después del visionado. Estamos ante una lucha por la libertad de expresión y por el sentido de la libertad en sí misma, es un grito de protesta que sin duda merece ser escuchado.

 

Aun así, existen pocos puntos de inflexión y de interés, pues en ocasiones tenemos la sensación de estar viendo lo mismo una y otra vez. El espectador debe estar preparado para ver esta cinta, y no debe buscar más de lo que hay, dado que esa es su función. Y por supuesto, no alarmarse más de lo que ya se debería estar, pues esto es un espejo de lo que viven muchos niños y niñas, los cuales no han tenido el derecho a decidir. Habrá que esperar a la gala de los Oscar para ver si se alza con la estatuilla, que sin duda alguna, merece.