UNA RUTA POR LA ALMERÍA ANDALUSÍ

    Almería fue el puerto principal de al-Andalus y de todo el Mediterráneo, y destacó por su gran actividad comercial con Alejandría y Siria, sobre todo en el siglo XII. Uno de los productos más destacados con los que se comerciaba era la seda, a veces bordada en oro. La fabricación de tejidos de tela era muy importante en Almería, donde había en torno a 800 telares y otros 1000 de brocados. Además de los ricos tejidos, se comercializó con la loza dorada en relieve, que presenta una tonalidad entre amarillo-verdosa y rosada. Exteriormente, se pintaba en dorado y la decoración es geométrica y epigráfica. 

    Las puertas que había en la muralla se utilizaban para la entrada y salida de mercancías, y la más importante fue la Puerta de Pechina, pues era la que mayor tráfico tenía, pero también había otras, como la Puerta de Musa, la Puerta del Águila y la Puerta del Puerto, por la que penetraron los almohades en su asalto a la ciudad. Todas estas puertas han desaparecido y tan solo se conserva un postigo abierto en el lienzo de la muralla del cerro de San Cristóbal

    Nuevo Nº Junio 2021

    El carácter defensivo de esta ciudad andalusí se pone de reflejo en la muralla, que alcanzó un perímetro de 3970 metros. En la actualidad se conserva la cortina de muralla que va desde la Alcazaba al Cerro de San Cristóbal y la primera parte que va desde este hasta la Puerta de Pechina. La Muralla de Jayrán fue mandada construir por el rey taifa Jayrán (1014-1028) y nace de la Alcazaba, un recinto fortificado que se construyó en la parte más alta de la ciudad por motivos defensivos y militares.

    Durante el período de al-Ándalus, la Alcazaba tuvo una función militar, pues su propósito era la defensa del gobernador. Además, hizo de sede de gobierno y residencia del rey de la taifa al construirse en su interior edificios palatinos y administrativos. Por otro lado, a finales de la etapa de al-Ándalus, la Alcazaba tuvo la función de acogida de todo un barrio, pues se urbanizó el recinto interior. 

    La Alcazaba tan espléndida que hoy podemos visitar estaba formada por un atrio (patio porticado) y un gran palacio con estancias, salones y un despacho de gobierno. También había baños: el frigidarium (de agua fría), el tepidarium (de agua templada), el caldarium (de agua caliente) y el praefurnium (sistema de calefacción en el suelo). Asimismo, en su interior se encontraba un huerto con una alberca (construcción hidráulica).

    Otro de los puntos clave que hoy podemos visitar son los Aljibes de Jayrán, que conformaban la red hidráulica de Almería a partir de mediados del siglo XI. Tenían como finalidad almacenar el agua que abastecía la ciudad y de ellos se conservan tres naves construidas en ladrillo, ubicadas en la calle Tenor Iribarne, que en su origen se llamaba calle de los Aljibes. Tienen bóvedas de medio cañón y se sostienen gracias a arcos y pilares. 

    De las seis mezquitas que había en Almería, la más importante era la Mezquita Aljama, ubicada en la actualidad en la Iglesia de San Juan Evangelista. De esta mezquita, construida en el siglo X y reformada en época almohade, se conservan restos del mihrab y del muro de la quibla, que nos indica hacia donde se dirigía la oración musulmana. 

    En esta ruta por la Almería andalusí podrás descubrir unos enclaves sorprendentes, llenos de vida y de riqueza cultural. Esta visita te permitirá viajar en el tiempo al pasado y conocer cómo vivía la sociedad en Almería durante la época de al-Ándalus. 

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