Nos esperaba para charlar con ella con esa serenidad y dulzura que ya transmite en la pantalla y en los escenarios. Muchos somos los que la recordamos cuando empezó siendo una adolescente y ahora nos sorprende con esa belleza madura y a la vez con su mirada amable y sincera.

Elena Ballesteros es actualmente una actriz en auge a la que podemos ver cada semana en el Teatro Reina Victoria de Madrid con la obra “Perfectos desconocidos”, además de participar en otros proyectos como en la serie más longeva de televisión “Cuéntame cómo pasó”.

Una mujer con las cosas muy claras y que ama profundamente lo que hace. 

Icruceros: ¿Cómo fue llegar a “Cuéntame” y coincidir de nuevo con tu compañero Pablo Rivero?  

Elena Ballesteros:Habíamos hecho dos cosas juntos. La primera película que hizo Pablo – «Clara y Elena»- en la que yo hacía de Carmen Maura adolescente y él era mi novio holandés (risas). Y justamente coincidió con esa película la noticia de que empezaba «Cuéntame». Yo me enteré antes que nadie, por ese trabajo, de que Pablo iba a entrar en «Cuéntame». Y al cabo de los años hicimos juntos otra película, «El ciclo Dreyer» en la que también éramos pareja, se ve que tenemos química (risas). Después de ese rodaje, han pasado años, nos hemos visto muchas veces y nos tenemos muchísimo cariño porque Pablo es un cielo de persona, súper trabajador y además tiene una cultura cinematográfica de mil cosas y yo que soy muy lectora y cinéfila, coincidimos bastante. Es un placer trabajar con él. Y cuando ya me dijeron si quería hacer este personaje en «Cuéntame» yo encantada de la vida. ¡Feliz, feliz! 


“Cuanta más gente feliz mejor va a ser el paso de estar aquí, que tampoco vamos a estar tanto”

Icr.: Ya habéis colgado el cartel de aforo completo en Madrid con “Perfectos desconocidos”. ¿Cuándo arranca la gira por otras ciudades?

E.B.: Pues aquí en Madrid, en el teatro Reina Victoria, estaremos hasta el 31 de este mes de marzo con posibilidad de prorrogar. La gira la empezaremos en agosto porque en julio tenemos vacaciones. 

Icr.: En estos tiempos en los que la tecnología de los ordenadores o los móviles son nuestro día a día y que entrañan tantas facilidades como peligros, ¿qué opinas de un juego como el que se propone en “Perfectos desconocidos”?

E.B.:  Opino que es un juego arriesgado. Porque aunque no tengas nada que esconder en un mensaje escrito no se ve la ironía, no se ve la broma, se malinterpreta muchas veces, aún con los emoticonos. Dentro de todo eso hay unos códigos y unas historias que a mí se me escapan. Yo creo que es arriesgado. Sobre todo arriesgado por lo que podría generar una mala interpretación de un mensaje inocente o de un correo. Un ex novio que te escribe después de un montón de tiempo que no sabes de él y de repente quiere saber de ti. Yo nunca jugaría. Prefiero dar mi teléfono y que revisen todo lo que tengo. Un teléfono hoy en día es tu privacidad, hoy tienes todo en él. No tengo ninguna necesidad de jugar a eso, creo que mi vida es lo suficientemente divertida como para tener que jugar a eso (risas).