Contenidos

    Quiosco

    Jonatan F. Txakartegi


    << Tenemos que ser conscientes de que todo lo que se dice en la película en realidad pasa. >>


    Hablamos con el actor con motivo del próximo estreno en cines de su primer largometraje con un personaje principal, “El poder del silencio”.

    Por: Izaskun Zubillaga

    De soñar con protagonizar una serie de televisión o de presentar un concurso al estilo “Operación Triunfo”, a sacar adelante sus espectáculos de cabaret, protagonizar un largometraje independiente, ser reportero en TeleBilbao y presentar el podcast “Ah! Club”, entre innumerables trabajos y proyectos. En esta entrevista personal, cercana y llena de emoción, Jonatan nos cuenta detalles sobre “El poder del silencio”, el largometraje independiente dirigido por Saúl Pérez Ruano, que acaban de realizar, como cuentan ellos, “entre amigos” con un presupuesto muy limitado, sin subvenciones púbicas y con un resultado a la altura de las grandes producciones. Además, le preguntamos por su trayectoria de casi 10 años, que está llena de experiencias, sueños cumplidos y alguna que otra anécdota que guarda con cariño. 

    Suscríbete a FETÉN

    Recibe antes que nadie nuestras ediciones, entrevistas exclusivas, podcasts y experiencias de lujo.

    Izaskun Zubillaga: ¿Cómo llegaste al proyecto y qué te hizo decir “quiero interpretar a este personaje”?

    Jonatan F. Txakartegi: Yo llegué al proyecto en 2020, cuando Saúl Pérez, el director y guionista de “El poder del silencio”, estaba escribiendo el primer boceto. A Saúl le conozco desde la carrera. Yo creo que en su primer cortometraje como director yo estaba como figuración, porque yo me presenté al casting de “El cazador de estrellas marinas”, que era su proyecto de final de estudios, sabiendo que yo no daba el perfil de ninguno de los personajes, diciendo “estoy en segundo de carrera, no tengo cine hasta tercero y quiero aprender”. Y desde entonces, en la gran mayoría de curros en los que ha estado Saúl he estado con él.

    Cuando nos fuimos los dos de Canarias, como la cercanía entre el país Vasco y Cantabria une, empezamos a hacer proyectos juntos, como el cortometraje “Las joyas nunca besan”. Estábamos trabajando en la idea de convertir este corto en un largometraje cuando Saúl me envió el guión de “El poder del silencio”, que quería realizar entre colegas. Según lo leía, me enamoré del personaje de Roger, pero al principio Saúl me dijo que quería que yo estuviera en el equipo de dirección o producción y yo dije “¡genial!”. En 2023, cuando me confirmó que íbamos a hacer la película, le dije que me tendría que ayudar con los storyboards, porque yo de eso no sabía y me respondió que no, que lo que quería era que yo fuese Roger. Y yo hice una fiesta (risas). Creo que, a veces, es lícito que haya directores que ya conozcan a ciertos actores que sepan que pueden interpretar cierto personaje y que otras veces se haga a través de audiciones.

    Quiosco FETÉN

    Ediciones recientes.

    Suscríbete y recibe cada edición FETÉN

    Lo mejor de viajes, hoteles boutique, cultura y tendencias directo a tu correo.

    Suscribirme

    IZ: Seguramente a Saúl le ayudaría también el hecho de que llevas años trabajando en locución, porque tengo entendido que los castings para “El poder del silencio” fueron a ciegas, ya que para el director lo más importante en este caso era la voz.

    JFT: Sí, él necesitaba actores que hubiesen trabajado en radio. Mi personaje, Roger, es el técnico y he trabajado tres años en radio, algo se me habrá quedado. (Risas) Y también es cierto que para los personajes principales tanto Chueca (Javier) y Nuria (Santos) sí que hubo un casting de voces, no de interpretación. Y Nuria es actriz de doblaje y Chueca tiene una voz…

    IZ: Además de que es el técnico, ¿qué puedes contar sobre Roger, tu personaje?

    JFT: Te voy a contar hasta donde puedo contarte. Roger es el técnico del programa de radio y trabaja mano a mano con Maira Gamas (Nuria Santos). Es su apoyo, su mano derecha. Entonces, llega Santiago Rueda (Javier Chueca), complica las cosas y Roger se ve metido en una trama que, de repente, le toca vivir, de la cual el pobre podía haber elegido el turno de mañana y haber sido feliz. (Risas) Roger acompaña a Maira Gamas en su camino.

    IZ: ¿Hay algo del personaje que te hayas quedado para tu vida? ¿Algún aprendizaje?

    JFT: Sí. Esto lo dije en el coloquio y en varias ocasiones. Amo la interpretación. A mí dame una peli, dame una obra de teatro, dame lo que sea. Pero es cierto que por mi trayectoria (en 2026 cumpliré diez años de carrera, es increíble), lo que más he trabajado ha sido teatro. Entonces, estoy acostumbrado a un lenguaje muy teatral. Porque audiovisualmente hablando, una cosa es hacer un pequeño personaje donde tienes dos días de grabación o un cortometraje donde máximo igual son cuatro días o una pequeña parte donde tienes un día de grabación, que haces tu trabajo y respetas el lenguaje audiovisual, obviamente, y otra cosa es tener un personaje con una carga dramática tan grande, que pertenezca al reparto principal y que estés tanto tiempo trabajando. Quizás lo que más me ha costado es acostumbrarme al lenguaje audiovisual por tanto tiempo. 

    IZ: Y eso que, tengo entendido que fueron once días de rodaje, que para un largometraje es muy intenso, y que lo ensayasteis como una obra de teatro.

    JFT: Sí, todo se ensayó como una obra de teatro, pero luego llega el rodaje y no se hace como una obra de teatro porque si no sería un plano secuencia. Sí que es cierto que ayudó mucho que el rodaje fuese en orden cronológico. Pero solo me costó los primeros días. De hecho, todos los días al llegar al set, media hora antes de empezar yo siempre me aislaba en una zona que me habilitaron para mí, para que yo me evadiese del mundo y me concentrase. Aunque quizá mi personaje no tenga tantas frases, porque la mayoría son de Santiago y de Maira, sí que tenía reacciones o aparecía de fondo. O aunque no estuviese en plano, estaba ayudando con mi réplica o mirada. Mira, cuando trabajé en “Un lío de millones” (Susan Béjar), cuando se han grabado mis planos, los generales y los de Antonio (Resines), Antonio se va y tocan los de Clara (Lago). Y como Clara me miraba a mí, yo me puse donde me dijo el cámara y yo le daba las réplicas. Cuando acabó la secuencia, Clara se me acercó, me dio un abrazo y me dijo “gracias”. Y yo le pregunté “¿por qué? Si estoy haciendo mi trabajo” y me dijo “si tú supieras…”. Yo creo que cuando un actor llega a un “estatus” se olvida de que tiene que ser buen compañero. Que tú hayas terminado tus frases no significa que hayas acabado. Y nosotros (en “El poder del silencio”) aunque no apareciésemos en plano, siempre estábamos ahí. Sólo en una ocasión, al final de la película, en el fabuloso monólogo de Nuria Santos, de Maira Gamas, despidiendo la película estuvo ella sola. En todo el resto de la película estábamos los tres. Nos ayudaba muchísimo. 

    IZ: En el podcast “Ah! Club” que presentas, comentaste que cuando empezaste la carrera de arte dramático te sentías inseguro a la hora de interpretar personajes heterosexuales o que no tenían pluma, porque tú la tienes de manera natural, y que te presionabas bastante al respecto practicando mucho frente al espejo. ¿A día de hoy te sigue pasando? ¿Hay algo que te produjera una inseguridad o te hiciera sentir más vulnerable al interpretar este personaje en “El poder del silencio”?

    JFT: Ya no tanto. Gracias a Dios la sociedad avanza, aunque llegan olas que quieren que volvamos hacia atrás, y ya no hay tanta plumofobia como había antes. Ahora vas por la calle y ves a chicos heterosexuales más femeninos, hay chicos gays que son muy masculinos… hay más diversidad. Entonces, ya no tanto. Y es cuestión de creación de personaje, puedes neutralizarte. A la hora de trabajar en radio tengo que neutralizarme también y es algo que he aprendido con el tiempo. Cuando era pequeño sí que me preocupaba más, pero sobre todo era por el tema de que te decían que te iban a encasillar o te comparaban con otros actores. A día de hoy también amo el cabaret y no me importaría dedicarme toda la vida a hacer cabaret.

    IZ: ¿Por qué crees que es importante que este tipo de películas lleguen al público?

    JFT: Porque tenemos que hacer un click. Vivimos en una sociedad en la que hay muchísima manipulación, en la que creemos que somos libres, en la que creemos que como existe la democracia… por eso también existen dictaduras todavía, también sigue existiendo el totalitarismo y sigue existiendo ese grupo de personas que juegan a ajedrez con la sociedad. Yo creo que tiene que existir esto porque esas personas seguirán jugando al ajedrez con la sociedad, eso no va a cambiar nunca, pero nosotros tenemos que ser conscientes de que eso sigue pasando. Para, en la medida de lo posible, intentar que con nosotros no jueguen. Yo lo veo así, creo que tenemos que ser conscientes de la realidad. Nos dicen muchas cosas y nos pintan muchas cosas, pero tenemos que ser conscientes de que todo lo que se dice en la película en realidad pasa. Todo. Por eso el eslogan de “la película que no quieren que veas”. Se sigue haciendo trata con personas, se sigue manipulando en los medios de comunicación, se siguen censurando los medios de comunicación.

    IZ: ¿Qué dirías que hace única a esta película dentro del panorama actual del cine español?

    JFT: Varias cosas. Primero, que esta es una película hecha por amigos. En vez de juntarse una cuadrilla a jugar al fútbol, pues se han juntado en Santoña y han hecho una peli. Una peli con un presupuesto muy reducido, 100% privada. Que no es que estemos en contra de las subvenciones públicas. Si hubiera habido alguna subvención de por medio, quizás la película habría sido de otra forma o habría salido antes o estaríamos en más sitios o igual habría sido el camino más sencillo. Pero bueno, la realidad es que es una película financiada 100% por el método privado, que todos somos dueños de la película porque todos tenemos acciones. Al final hemos hecho como en otros negocios, primero tienes el producto y luego lo vendes. Quizás, si fuésemos conscientes de eso se podría hacer más cine. O quizás, otro camino para poder hacer cine. 

    Yo siempre he pensado, y esto lo aprendí en la carrera, porque en la carrera más que actor aprendí a ser persona, y es que si tú no me das trabajo, no te preocupes, que ya me lo creo yo. Tengo un poco esa filosofía de vida. Y creo que es similar a lo que piensa Saúl, porque él en este aspecto es bastante rebelde en “¿Que me dices que no? Pues ya te digo yo que sí”. “¿Que me dices que no hay un camino para hacer cine? No te preocupes, que yo te muestro que sí hay otro camino para hacer cine.”

    IZ: ¿Recuerdas el momento en que sentiste por primera vez que querías ser actor?

    JFT: Yo era pequeño, estaba viendo “Rebelde Way” y me inventé en mi cuarto una serie, yo solo, en el que yo era todos los personajes. Y luego, tenía a todos mis juguetes y cada vez que jugaba a algo era mi serie de televisión o era una película. Y también iba un poco enfocado con lo de comunicar. Yo mismo, con mis muñecos, peluches y mis amigos imaginarios me inventaba mi propio Operación Triunfo, mi propio Gran Hermano, mi propio Ana Rosa Quintana… Y por ahí han ido siempre los tiros. Y en bachillerato, cuando descubro que existe la carrera de Arte Dramático, a pesar de que había personas que me decían que eso no tenía salidas laborales, dije “voy a estudiar eso”. En ese momento estábamos en 2012 y no había trabajo en nada. Estábamos en plena crisis arrastrada desde el 2008 y con unos recortes del quince. No había trabajo en nada, por lo menos estudiar algo que me gusta y gastar el poco dinero que tengo en algo que me gusta. Y luego, veremos qué pasa con la vida. Al final, como decía antes, si no me dan trabajo, me lo creo yo. Yo curro dando clases de teatro, curro en un proyecto de teatro con la ONCE con personas invidentes y voluntarios haciendo una gira de teatro por toda Guipúzcoa, curro en la tele tanto detrás como delante, curro en el podcast, curro en mis propios proyectos, curro ahora mismo también en la taquilla de un municipio en cultura y además, estoy en un bar. 

    IZ: Claro, y es que además de todos esos trabajos y de ser actor, también has trabajado de locutor, presentador, guionista, director teatral… ¿hay alguna otra forma de contar historias que aún no hayas explorado y que te gustaría probar?

    JFT: Me gustaría mucho probar ficción sonora.

    IZ: ¿Cómo te gustaría que te recordaran quienes te han visto actuar?

    JFT: Hay una cosa que me dijo Asier Bilbao que a las personas ahora se les olvida en seguida, entonces, que me recuerden o no me recuerden me da igual. No voy a llegar a ser Michael Jackson porque tendría que haber empezado con cinco años a ser Michael Jackson. Nadie es eterno y menos en esta época en la que consumimos vídeos de treinta segundos deslizando hacia arriba. Entonces, a mí eso no me preocupa. Aunque es cierto que el otro día me puse a pensar porque ya tengo 31 y me estoy poniendo melancólico diciendo “qué viejo soy”, que cada cosa que he querido hacer la he ido consiguiendo. Quería trabajar en “TeleBilbao” siendo reportero en fiestas de Bilbao, quería trabajar haciendo teatro, quería ser profe, quería trabajar en radio… Mejor o peor, ganando más o ganando menos, pero lo he conseguido. Ya he conseguido hacer mi primera película como parte del reparto principal. Y ahora tengo tres objetivos que quiero conseguir: Escribir un libro, firmar un contrato de cinco temporadas de un proyecto como La Casa de Papel, ahí ya me da igual si es como personaje principal o no, pero sé que tengo trabajo durante cinco años, y llegar a presentar un concurso o programa o reality, me da igual si es de la calidad de OT o GH, pero llegar a presentar un programa así. Además, estoy a punto de lograr algo más porque estoy a punto de subirme al escenario para hacer un Cabaret yo solo, que lo quiero estrenar en primavera del 2026. Que estaré de la mano de Alain Loira si todo sigue como previsto, porque tiene que haber un músico, pero me estoy animando por fin a estar yo solo en el escenario. 

    IZ: Con El Poder del Silencio habéis recorrido diversos festivales como Zinebi, el festival de Málaga, Santander y Fonfría, donde además os habéis hecho con el premio del público y el de mejor actriz para tu compañera Nuria Santos (¡Enhorabuena!). ¿Cómo ha sido la acogida en esos festivales y cómo esperas que sea la acogida en cines?

    JFT: Cuando hicimos el primer pase técnico, pase de prensa, en Málaga, y vimos que la acogida fue espectacular, yo no paraba de llorar. De hecho, Natalia (producción y prensa) cada vez que vamos a un nuevo sitio, me da un paquete de clínex. Sigo sin ser consciente de que algo hecho entre amigos esté revolucionando. Es increíble la acogida. Pensábamos que en Málaga estábamos jugando en casa de Manuel Valenzuela, uno de los productores de la película y de Antonio Meliveo, el compositor de la banda sonora, y llamarían a sus amigos, conocidos… Pero en Alicante no jugábamos en casa. Y Alicante fue otro pelotazo. En Santoña jugábamos en casa porque fue donde grabamos y el pueblo estuvo volcadísimo. Además, se hizo un homenaje muy bonito a todo el equipo que es de Santoña. Luego llegó Santander, que a pesar de ser una coproducción andaluza, cántabra y vasca, no era casa. Y también arrasó. Fue espectacular. Llegamos a Bilbao, ahí volvíamos a jugar en casa, quizá ha sido el pase en el que más nervioso he estado. Me voy a poner a llorar otra vez. Es que fue impresionante. Además, fue un pase de prensa con muchos de los medios de comunicación en los que he trabajado y fue muy guay que el equipo de “TeleBilbao” y “Radio Nervión” vengan a cubrir el evento con ilusión y amor fue increíble. Que todo Arrigorriaga se volcase por apoyar a Chueca, que es su municipio, fue increíble. Fue súper especial lo de Arrigorriaga. Ahora, han tenido en Marbella otro pase técnico en el que yo no he podido estar, pero también arrasó. Y es que, a cada sitio en el que se presenta la película, arrasa. Estemos o no estemos presentes, porque lógicamente hay muchos festivales en los que no podemos estar. En cines, sí que es cierto que me preocupa un poco más. Porque al final, en la semana comercial que llamamos, ya no son invitaciones, ahí ya la gente va a pagar por ver una película y aunque la estrategia comercial de forma independiente yo creo que está siendo muy buena, y aunque la película está siendo muy bien acogida por crítica, por medios de comunicación, por prensa independiente y por creadores de contenido, ahora llega el verdadero público. Y ahí es donde las cosas también se verán. Entonces, eso sí que me da un poquito más de miedo. Y sobre todo por la recaudación, porque yo quiero ver money, money en mi bolsillo, lo digo. (Risas) Que recuerdo que yo soy dueño de la película como todos mis compañeros. Que tenemos que llevarnos nuestro porcentaje. 

    IZ: ¿Qué te gustaría que el público se llevara de El Poder del Silencio, más allá de la historia que cuenta?

    JFT: A mí me gustaría que se les removiera la tripa, que salgan de ahí con la tripa removida. Que les haga pensar. No es una película para todos los públicos. No es una película que pueda ver todo el mundo. De hecho, a veces me sorprende cómo muchas personas aguantan. En Alicante hubo un chico de unos 16 años, que en el coloquio yo le pregunté: “¿Qué piensas? ¿Qué sientes?” O hubo una chica que me dijo “yo esto lo veo en el trabajo”. Y dices: “¿Cómo?” Entonces, sí, que les haga pensar, como está pasando con cada persona que la ve. Y luego te diría que la vieras por segunda vez. Porque cuando la ves por segunda vez, puedes jugar con el lenguaje cinematográfico.

    IZ: ¿Cuál fue tu impresión al ver el resultado final por primera vez? ¿Cumplió con tus expectativas?

    JFT: Las superó. Yo pensé que iba a quedar como los cortos que hacemos, que están guay, pero es que con 37.000€ se ha hecho una película que otros hacen con 1.000.000. Y eso es importante para mí. 

    🏨 Hoteles con sello FETÉN

    The Palace Madrid

    The Palace Madrid

    Un clásico renovado con el sello de The Luxury Collection. Elegancia histórica en el corazón de la capital.

    Ver artículo
    Hotel Santa Marta

    Hotel Santa Marta

    Entre el bosque y el mar en la Costa Brava, este hotel ofrece calma, vistas y una experiencia sensorial única.

    Ver artículo
    Château Léognan

    Château Léognan

    Un castillo francés convertido en hotel boutique de lujo en medio de los viñedos de Burdeos.

    Ver artículo
    Brindos Lac & Château

    Brindos Lac & Château

    Un remanso francés con bungalows flotantes y esencia poética, en la costa vasco-francesa.

    Ver artículo
    Villa Mojana en Limonta

    Villa Mojana en Limonta

    Joyita italiana en el Lago di Como con siete suites y vistas que cortan la respiración.

    Ver artículo
    URSO Hotel & Spa Madrid

    URSO Hotel & Spa

    Refugio sofisticado en pleno Chamberí con interiorismo de Antonio Obrador y esencia palaciega contemporánea.

    Ver artículo

    IZ: La importancia de juntarse con el equipo adecuado.

    JFT: Sí. Totalmente de acuerdo con eso. 

    IZ: En la película, Maira (Nuria Santos), duda de unas imágenes mencionando que están creadas por IA. Como artista, ¿qué opinión tienes de la IA?

    JFT: Yo creo que en este caso la IA a esta película le ha ayudado a estar como está. O sea, yo creo que sin la IA esta película quizás hubiese costado un poco más. Creo que la IA puede ser una ayuda si la utilizas bien. Al principio sí era de estos que pensaban que iba a pasar lo de “Terminator” (risas). De hecho a la IA siempre le hablo con mucho respeto y educación, por si acaso. Pero sí creo que es una herramienta que nos puede ayudar en momentos en los que creativamente estemos más espesos o en nuestra situación del día a día. Yo conozco personas a las que ayuda en muchos ámbitos. También es cierto que somos humanos y como somos humanos, somos corruptos, y hecha la ley, hecha la trampa. Porque nos quejamos de que los políticos son corruptos, pero nosotros también, sin darnos cuenta. Porque si yo te puedo pagar 2€ en vez de 3€, te pago 2€ en vez de 3€. Solo que ellos juegan con millones y nosotros con céntimos porque es lo que tenemos. Lo mismo pasa con la IA. Somos corruptos, entonces, si la IA me puede hacer el trabajo, porqué lo voy a hacer yo. Si tú usas la IA de forma responsable, la IA se convierte en lo que es: una herramienta de apoyo y de ayuda. Si tu te corrompes, pues la IA se usa mal. Pero eso va a pasar siempre. Con cualquier ley, hecha la ley, hecha la trampa… Porque al final, las personas somos corruptas. Y aunque se intenten hacer las cosas bien, siempre va a haber gente que le va a dar la vuelta a la tortilla. Eso es lo que opino. Aunque también sigo pensando un poco que llegaremos a estar en “Terminator”. (Risas) 

    IZ: Para finalizar, ¿hay algo que quieras decir para animar a la gente a ir al cine a ver “El poder del silencio”?

    JFT: Que es la película que no quieren que veas. Porque te va a hacer pensar y te va a remover y va a hacer que te des cuenta de que hay cosas que pasan y que tenemos que ser conscientes de que esas cosas pasan. Y que si todos cogiésemos la filosofía francesa de la guillotina, pues igual dejaría de pasar (risas), pero eso también es involucionar. Entonces, esta película te va a enseñar que tienes que ser consciente de cómo es tu realidad y que ya luego tú hagas lo que consideres que tienes que hacer. Pero, por lo menos, sé consciente. Por eso la película que no quieren que veas. 

    “El poder del silencio” se estrenará próximamente en cines. Toda la información sobre fechas y entradas se hará pública en la web http://www.elpoderdelsilencio.com

    Popular Articles