Tengo hambre de arte. Es un viernes airoso de noviembre de 2023. Salgo del trabajo con un libro de María Bashkirtseff bajo el brazo, su Diario de mi vida. “Cien mil proyectos y ninguno se justifica. Una se choca en todas partes y se llena de magullones”, escribe la adolescente María en 1878. Pues con los eventos y lugares poéticos y culturales, siento lo mismo.
¿O debería decir, sentía?
Por: Marta Garcês



Últimamente, tengo la necesidad imperante de encontrar lugares en los que sentarme y escuchar declamar a unos compañeros poetas desde el respeto y la seriedad, lugares que no provoquen choques de egos y llenen de magullones a artistas que buscan una oportunidad real de darse a conocer entre compañeros de oficio.
Paseo por esa Barcelona que echaba de menos; concretamente, por el barrio de Gràcia. Busco algo sencillo, o no tanto, porque busco poesía, de momento; luego, ya me adentraré por otros caminos. Todo sirve de excusa para poner en marcha mis pies e indagar por distintos lugares de la ciudad para encontrarla. Sí, son reales, existen.
Revista Fetén / Gratis
Reconozco que empiezo a hacer las paces con la ciudad que me vio nacer gracias a estos nuevos espacios descubiertos, inexistentes para mí hasta hace pocas semanas, en busca de poesía, arte, expresión y caliu, y que la delicadeza (de algunos lugares) sintetiza lo bello (y lo necesario); citando a José María Eguren, poeta peruano (1874-1942).
Barcelona acuna distintos espacios, tímidos y necesarios, para amantes de la cultura, la literatura en general, y de la poesía en concreto, con un objetivo común: compartirse desde la sencillez, desde la honestidad y desde la seguridad de sentirse en casa, la cultura de a pie es nuestra casa.
Porque, ¿qué es tener hambre de poesía?, ¿qué significa perseguir el arte?, ¿qué nos lleva a buscar nuestra dosis de versos, de cultura real, de compañeros igual de devotos?, ¿qué nos empuja a ser así? Decía el actor Elio González, en su video titulado Muertos de hambre, lo siguiente: ser artista es ser así y no poder ser de otra manera.
Existen esos lugares; lugares en los que participar, intervenir, abrazar y volver a casa con la sensación de que sí, de que hay esperanza, de que existen platos culturales preparados y degustados por artistas humanos, sencillos y de una integridad asombrosa, que hacen realidad que llenemos nuestros hambrientos estómagos artísticos. Vaya, qué ruido en el estómago de repente, será el hambre de arte me ha entrado…
¿Degustamos este menú artístico, cultural y poético? ¡Vamos allá! Os propongo un entrante, dos platos, un postre de lujo y un café. No os quedaréis con hambre.



Como entrante lírico, nos dejaremos caer por las Lecturas poéticas dominicales del Fossat de Sant Antoni (carrer Comte Urgell, 1. Metro Línea 1, parada Urgell), dentro del mismo Mercat de Sant Antoni, lugar histórico y una de las joyas de la ciudad.
De periodicidad mensual, las lecturas comenzaron hace unos tres años de la mano de la escritora y divulgadora cultural Montse Ordóñez, y del poeta Pablo Sopuerta. Lecturas llenas de emotividad que se realizan un domingo al mes en horario de mañana, de 11 a 13 horas, aproximadamente (ideal para hacer un previo al aperitivo, oigan).
Escritores y músicos lugareños, comulgan su arte con artistas venidos del resto del país, e incluso de otros. Un encuentro que acoge expresión de versos, conocimiento de nuevos talentos literarios y camaradería entre adictos a la poesía y a la oralidad.
Como primer plato, encontramos las Lecturas Sospechosas de la Librería Animal Sospechoso (carrer Ventalló, 9, Metro Línea 4, Joanic). Animal Sospechoso fue, en sus inicios, una revista de poesía dirigida por Juan Pablo Roa, poeta y traductor colombiano afincado en Barcelona. Posteriormente, Roa fundó la editorial Animal Sospechoso, proyecto editorial nacido de la revista anteriormente citada. En la actualidad, además, existe una maravillosa librería, con sello editorial propio, que lleva el mismo nombre en cuyas estanterías se pueden encontrar verdaderas joyas, tanto actuales como descatalogadas.



En la librería se llevan a cabo lecturas regulares los viernes y los sábados por la tarde, a las 19 horas; Jaime D. Parra, poeta y antólogo, coordinó una de las últimas a las que tuve ocasión de asistir. Como formato, tres poetas intervienen, tras una breve descripción bibliográfica y artística, y durante unos minutos la magia se materializa entre las paredes.
Como segundo plato, llegamos a la Llibreria de la Imatge (carrer Sepúlveda, 87. Metro Línea 1, Urgell – Rocafort), en las que se realizan las Lecturas de Radical 3. El segundo o tercer jueves de cada mes, de 19 a 20 horas, el escritor, Jaime D. Parra, coordina y dirige unas lecturas mensuales con unos cuatro o cinco poetas, acompañados de música y mucho arte.
Jaime y la Llibreria crean una ambiente acogedor, profundamente íntimo (las lecturas se realizan en la parte de atrás de la misma), en las que, por un hora, el tiempo se detiene y, tan solo existen los versos, el calor y la buena compañía. Estar acompañada de libros siempre es una buena idea.
Para terminar, un postre de lujo: Pincelea (carrer de Buenaventura Muñoz, 31, Metro Línea 1, Marina), una experiencia totalmente personal y original, ideal para vivirla o regalarla. ¡Disfruta pintando tu obra de arte mientras tomas algo! ¿Hay algo más poético y personal?
En Pincelea se organizan actividades prácticamente todos los días del mes, en horario de tarde, para acercar la pintura a todo el mundo; en el taller se pinta un cuadro paso a paso desde cero, con la ayuda de una artista profesional, mientras se degusta una bebida ¡ilimitada. Además, se encargan de facilitaros todo el material y podéis llevaros vuestra obra una vez finalizada la experiencia. Eso sí, es necesaria una reserva previa en su página web, Además, disponen de tarjetas regalo con varias opciones de Art Experience a escoger, ideales para estas fechas, que podréis personalizar y que tienen todo un año de validez.
OTROS NÚMEROS FETÉN
Hemos comido, pues ahora vamos a tomar el café a la Llibreria Byron (carrer Casanova, 32, Metro Línea 1, Urgell), un lugar polivalente en el que la literatura, la gastronomía y la actividad cultural y social casan perfectamente para ofrecer un espacio en el que os sentiréis como en el salón de casa, acogedor y cuidadoso con todo tipo de eventos culturales: conciertos de jazz, catas de vinos, presentaciones de libros, recitales poéticos. Cada día de la semana y en horario de tarde, hay un evento listo para ser degustado y disfrutado desde su entrañable salón.
Y hasta aquí el menú cultural que os propongo en la ciudad Condal; platos que degustar en dosis necesarias, platos que estimulan las emociones, platos que ayudan a preservar y difundir la sana diversidad artística y cultural que existe en la misma, platos vitales como espacio de expresión, platos necesarios para comunicar, y percibir, nuestro alimento álmico más preciado: la cultura.
¡Buen provecho!