Por:Ricardo Arranz
El retrato de los reyes por @annieleibovitz es una obra de arte y está cargado de mensajes ocultos que esperan ser revelados. Su composición, los elementos que aparecen, las líneas de fuga, los colores, la iluminación, miradas, todo emite información interpretable y mueve a descubrir intenciones ocultas.
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Composición y estructura: Una imagen dual con una conexión oculta
Son dos fotografías, pero si las juntas las dos fotos mentalmente verás que es una única imagen, donde comparten un mismo espacio. Se habla mucho de que las imágenes están torcidas, y es evidente, pero no se trata de un error. El plano vertical parte de la figura de Leticia y la línea de fuga horizontal sigue por el techo hasta la izquierda que corresponde a la foto de Felipe, es decir, Annie comienza a componer el dúo de imágenes desde la figura de la reina, y al rey le deja en el lado más torcido.
El juego de luces: Letizia ilumina la escena
El juego de luces es igualmente significativo. La luz entra desde la imagen de la reina, y bien podríamos decir que es ella quien aporta la luz a palacio, y además se ilumina frontalmente su figura, (quizá también se haya levantado sombras en edición), y permitirnos ver los detalles de su vestido y complementos.
Él en cambio, está situado en la zona más oscura de la sala de palacio, en un plano más discreto, perfectamente visible, pero queda difuminado en el entorno.
Revista Fetén
Colores que hablan: Una armonía en triada
Los colores también definen la composición. Él aparece con una banda azul transversal y un toque de rojo en su fajín, gama de color que comparte y cobra todo el protagonismo en la capa fucsia de ella.
Elementos simbólicos en el entorno
Repasando los elementos que aparecen en las imágenes y como se reparten los espacios y la relación de los reyes con la sala, apreciamos un orden y cuidado excepcional, incluso con el horizonte torcido. Eso del horizonte torcido también da que pensar…
Hay una silla vacía en medio de los dos, y aparece en su mayor parte en la imagen del rey, y puestos a imaginar podríamos pensar que es un trono a la espera de ser ocupado por el heredero. O quizá estaba allí por rellenar tanto espacio, quién sabe.
Un fondo cargado, pero integrado con maestría
En una imagen coral, esta lo es porque está pensada para ser observadas juntas, Annie consigue que las figuras destaquen sobre el fondo, y aquí ella obra el milagro, se nota que se mueve perfectamente en entornos glamurosos como Hollywood. El fondo está cargado de dibujos, desde las paredes hasta los techos, vemos constantemente brillos dorados, y por si fuera poco hay un espejo enorme, varias puertas, una mesa de madera labrada profusamente y una espectacular lámpara de cristal. Es alucinante, en fotografía solemos buscar fondos con poca información para que la atención recaiga en las personas retratadas, pero aquí los busca e integra a la perfección, y no sobra nada.
Los horizontes torcidos: Un desafío a las normas clásicas
También vemos a los reyes que están posicionados en la sala manteniendo una simetría perfecta, y eso que si volvemos la mirada a la foto del rey recordaremos nuevamente que su figura está en la “parte torcida de la imagen”.
La figura de él queda enmarcada entre la puerta y el espejo, y la de ella entre la puerta y la ventana. Había dos zonas libres y las ha aprovechado perfectamente.
Conexión visual con el espectador
Es muy curioso que no deja espacio por debajo de la imagen, como si hubieran recortado las imágenes cuando pusieron los marcos, lo dudo mucho, quizá pretende transmitir que tienen los pies en el suelo, cercanos a la tierra, que son sencillos, próximos a lo cotidiano y a las personas del país que representan. O quizá simplemente que no han calculado que la foto no acabaría en un marco con paspartú que le concede un espacio extra a la foto, como habitualmente vemos en las exposiciones de fotografía.
Proximidad y cercanía: Sin espacio para la distancia
Quiero ver que los colores también forman parte de la estructura de ambas fotografías, en este caso usando una armonía en triada a través del amarillo de los dorados de la decoración, el azul de la banda y los rojos en la capa y fajín.
Si trazas una línea horizontal entre ambas imágenes vemos que coincide el fajín rojo con la zona de recogido de la capa fucsia, línea roja que además les pone en conexión. Y la línea vertical atraviesa el medio de las imágenes por el negro en ambas figuras.
Técnica fotográfica impecable con mensaje implícito
Él aparece en la zona interior, casi en sombra, apoyado ligeramente sobre una mesa, ella en cambio aparece libre, con los hombros al aire y con una capa que atrae inmediatamente la atención del espectador. No se miran entre sí, sino que fijan sus ojos sobre el espectador, buscando una fuerte conexión. Los ves, pero también tienes la experiencia de ser visto por ellos.
Las fotografías son buenas cuando expresan emociones, sugieren historias, ayudan a entender a las personas o transmiten ideas. Aquí lo cumple todo, hasta se rompen las reglas académicas de la fotografía que es la máxima del artista cuando hace “eso” con las líneas de horizonte.
Elegir a Annie Leibovitz: ¿Por qué una artista internacional?
Quizá la elección de una fotógrafa internacional ayude a difundir por el mundo esas ideas y cause un gran impacto, pero en España tenemos artistas del nivel de Eugenio Recuenco, Luis Malibrán, o Estela de Castro que lo hubieran hecho igual o mejor. También es cierto que habrían generado agravios comparativos, y marcarían al autor en las críticas por lo que tiene de trasfondo político.
A mí me gustan, tal cual están, ¿podrían ser diferentes?, cierto, como cualquier obra de arte.
