Un exclusivo hotel en el corazón de las montañas andorranas
Si eres de los que deseas desconectar del mundanal ruido, respirar aire puro de montaña y sobre todo relajar cuerpo y mente, este es tu hotel. Si además practicas el esquí y no quieres renunciar a la buena gastronomía y al confort, Grau Roig Boutique & Spa te garantiza el poder disfrutar de todo ello. Asimismo, te puedo confirmar que el silencio –solo interrumpido por el bucólico sonido del cencerro de las vacas- te envolverá de inmediato.
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Con la piedra, la madera y la piel como protagonistas, la calidez te envuelve en su interior y en cada una de sus estancias. Un looby luminoso y acogedor con aires de montaña y donde la referencia al esquí está presente en los detalles, nos da la bienvenida. Una bienvenida respaldada por la amabilidad y las sonrisas tanto de Dunia, su directora, como de todo el personal del hotel.
Las luces aquí también desempeñan un papel importante jugando con reflejos de cientos de pequeñas bombillas sobre el cristal. Aire navideño sin duda, y eso nos encanta.
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Deseamos ver más y continuamos avanzando. La madera nos muestra el camino.
Dejamos a un lado la amplia barra del bar con mesas altas y taburetes donde poder tomar un aperitivo y traspasamos unas puertas de cristal. La luz natural nos recibe de nuevo y salimos a la zona exterior o Summer Lounge. Este amplio espacio es ideal para disfrutar del paisaje que nos rodea. Dos terrazas, con la madera como elemento principal y con una chimenea en el centro de una de ellas, nos parecen el lugar apropiado para picar algo, charlar o en los días de sol disfrutar del desayuno. Completa esta zona al aire libre un jacuzzi de agua caliente con capacidad de hasta 8 personas y originales tumbonas.
Nos hemos referido a los desayunos y debemos afirmar que son magníficos, con un buen número de propuestas dulces, saladas y saludables en su buffet e incrementados con una carta en la que encontrarás diferentes opciones como huevos (fritos, Benedict, en tortilla), tostadas de aguacate o queso, crepes, pancakes, gofres o porridges. Café, té, zumos naturales o detox completan la variada oferta gastronómica de primera hora del día. Tómate tu tiempo y disfruta. En Grau Roig la cadencia es otra.
Ya hemos dicho que uno de los puntos fuertes de este precioso hotel de montaña es la gastronomía. Para tal fin el Grau Roig dispone de 4 opciones diferentes.
En el restaurante La Marmita hallarás propuestas clásicas con productos de temporada.
Si lo que deseas es una comida más tradicional de montaña, el Restaurante la Vaquería con vistas a la estación de Grandvalira, será el apropiado.
Lastípicas fondues y raclettes, por si eres amante del queso, son las protagonistas de La Fromagerie.
Y por último, las propuestas más vanguardistas fusionadas con buenos vinos, en el Teatro del Vino.
Si lo que deseas es un rato de lectura, charla o simplemente desconexión con un buen vino antes de la cena, en sus dos salas situadas en la zona inferior de los restaurantes te sentirás como en casa. Habilitadas ambas con modernas chimeneas, son el lugar ideal para disfrutar de la calidez de la montaña mientras comienza a nevar fuera.
Hablemos de las habitaciones. El Grau Roig dispone de 42, todas diferentes pero igualadas en confort y detalles. Y en todas ellas una decoración inspirada en el pirineo.



Las habitaciones Auténticas, entre 25 y 30 m2, integran el baño en la propia habitación. Con vistas a las montañas, bañera de hidromasaje-jacuzzi y cama King size.
Las Superior cuentan además con balcón con vistas a las pistas de esquí Grandvalira.
La habitación Romántica nos sorprende con sus techos abuhardillados y su bañera redonda tipo tonel. Con una superficie de 35 a 40 m2.
Con una superficie de 40 a 45 m2, la Junior Suite se inunda de luz natural que entra a raudales desde su balcón.
Las Suites de Lujo poseen un salón independiente y un baño integrado dentro de la propia habitación. Todo ello en sus 65 m2.
Todas las habitaciones nos evocan los refugios de montaña con madera de roble en tonos claros, piedra y pieles, y no faltan los detalles como mini bar, nevera, cafetera y hervidor de agua, albornoces y zapatillas. Pensadas para el relax y el descanso.
Para continuar con ese sosiego el hotel cuenta con un spa completamente reformado y ampliado hace tan solo un par de meses. Además de una sala de fitness con máquinas de última generación y vistas a las montañas.