Por: Mireia Gómez Vilas
Icruceros, Revista de,viajes
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Nunca había realizado un viaje recorriendo un país entero y mucho menos ¡con mochila! Y la experiencia es, alucinante.
Todo empezó mucho antes de pisar tierra vietnamita. Se inició en conversaciones caseras, soñando despiertos y compartiendo ilusiones. Hasta que decidimos que, los sueños no se cumplen, se trabajan y se logran.
Así que durante 6 meses anduvimos preparando rutas, informándonos de la cultura, de la gastronomía, de todo.
Así que, un 5 de agosto iniciamos nuestro viaje hacia lo desconocido.
Vietnam a tu aire
Nuestra primera parada fue Ho Chi Minh City “la gran ciudad” vietnamita, es toda una ciudad cosmopolita en expansión, luces de neón por doquier, ruido, tráfico…con una mezcla de tradición arraigada en sus entrañas, que no te deja indiferente.
Y como de nuevas experiencias iba este viaje, nos marcamos nuestra primera comida exótica ¡Cocodrilo y escorpión! Y sí, estaban, buenos, no comestibles, no… ¡Buenos! (quien me conoce, aún flipa que yo lo probase…)
En toda relación amorosa, hay un momento de no retorno y el mío fue la zona norte del país. Ha Noi y Sapa, fueron mi perdición. Aquí nos adentramos en su cultura, compartiendo nuestro tiempo con los lugareños.
Compartiendo momentos con tres chicos de Ha Noi, conocimos parte de la ciudad, pero lo más importante, compartimos conocimientos y risas (puesto que la lengua vehicular era el inglés, y reconozcámoslo yo voy muy pez y bueno… ellos también). Fue una nueva manera de conocer la nueva generación de Vietnam, la que está libre de guerra y que sólo es conocedora de ese dolor por los libros. Ha Noi es una ciudad preciosa, que tiene un bullicio encantador, que antes de cruzar debes mirar a todos lados para no morir atropellada y que tiene una vida propia.
Todos sabemos que la cultura del deporte la tienen muy asimilada, pero impacta un montón, ver a las 5 a.m todo el alrededor del lago HoanKiemrepleto de gente (de todas las edades, condiciones… incluso ¡en pijama!), corriendo, haciendo clases dirigidas… todo con la música de fondo que resuena por todos lados. El mercado nocturno del domingo me encantó, cierre total a los vehículos motorizados y ¡espectáculos improvisados por la calle! Poesía, canto, baile…. Y una calle dedicada a los niños, un mini parque desmontable, todo de madera y juegos tradicionales. Disfrutas Ha noi en estado puro, con menos calor y si es en BiaHoicorner ¡mejor que mejor! (es una esquina, donde te sientas en pequeñas sillas de plástico a tomar una cerveza BiaHoi, la más popular de la zona; por su bajo precio; y disfrutas del tradicional bullicio)
Vietnam a tu Aire disfruta de este magnifico Pais
La inmersión total vino de la mano de Sapa, donde realizamos trekking y dormimos en casa de nuestra súper guía… ¡simplemente espectacular! Dormir en una cabaña, en la montaña al lado de una mini cascada, con el sonido de los pájaros de fondo. Cena casera, happywater (licor de arroz) de bebida y cena en gran compañía. Chupito por aquí, chupito por allá, nos tuvimos que retirar… el listón era muy alto y hubo claro vencedor, el marido de nuestra guía. Sangre, sudor y lágrimas pase durante el trekking (si… a veces soy un poco drama queen…), pero que repetiría mil y una veces, para ver esos parajes y sentir ese aire puro colarse en mis pulmones.
Abandonamos con pena mi querido norte, pero con mucha ilusión sobre que nos iba a deparar el centro del país. Y la verdad, que la sorpresa fue muy agradable. La bipolaridad de HoiAn, es espectacular, el romanticismo y carisma que tiene la ciudad vieja y el playeo y vida nocturna y que presenta, muestra un dueto perfecto. Para llegar a Hue, cogimos; a mi parecer; el peor transporte que existe en el mundo el sleeper bus, si señoras y señores, es un autobús, donde puedes ir tumbado durmiendo. Llegamos tres horas más tarde de lo que esperábamos, por lo que nos dejó poquísimo tiempo, para visitar las tumbas imperiales y la ciudadela. Así que, fue llegar al hostal, alquilar dos motos con conductor y de ruta……..
