Visitad Portugal. pero recordad hacerlo con sosiego, con curiosidad y con cariño

Portugal me ha sorprendido todas las veces que lo he visitado. 

Texto y fotos: María Rosselló

Quizás por ser nuestro país vecino nunca me generó demasiada curiosidad, pero también por esa proximidad nos resulta fácil acudir a conocerlo.

Mi primera vez fue con su capital Lisboa. ¡Y me enamoró! Aunque se trató de un viaje relámpago, su nostalgia, los fados, su gente, su gastronomía, sus barrios…Nada me dejó indiferente.

Nuevo Nº 2021

Pasaron años hasta que visité de nuevo este país que siempre me ha acogido con calma y me ha mostrado su belleza con generosidad. 

En esta ocasión os voy a mostrar los lugares que más me impactaron por su encanto y que recorrí en autocaravana. Algo recomendable en el país luso.

Mi primera recomendación es viajar con placidez, conociendo cada rincón como si perteneciésemos a él pero sin perder nuestros ojos de turista, y sobre todo obviando los tópicos.

Si además lo haces durante la temporada baja, algo totalmente impensable para mí hasta hace unos años, evitarás el calor y el pleno furor de los turistas.

Esto ha supuesto un aprendizaje enorme; de esta forma conoces la verdadera realidad del lugar, su clima, su paisaje, su gente y sus tradiciones sin enmascarar.

En Portugal no tendréis mucho problema con la autocaravana (obviando algún parking con límite de altura). Así mismo, sus acantilados y paisajes salvajes son ideales para este modo de viajar. 

Mi primera recomendación es viajar con placidez, conociendo cada rincón como si perteneciésemos a él pero sin perder nuestros ojos de turista

Mi consejo es que busquéis los Pingo Doce, una cadena portuguesa de supermercados en la que podréis reponer agua y gasolina, lavar la ropa, etcétera. Todo mientras te cargas de provisiones.

Dependiendo de por dónde queráis empezar el recorrido, será mejor entrar por Badajoz o por Huelva. En esta ocasión lo haremos por Badajoz para dirigirnos a la costa de Lisboa.

Una primera parada obligatoria si te gusta el surf es Peniche.

Una preciosa playa con unos alrededores perfectos para pernoctar. 

Con unos atardeceres brutales y la isla de Baleal a un corto paseo de distancia, son sólo valores añadidos a su tranquilidad y a sus olas. 

Desde aquí os recomendaría perderos por las carreteras nacionales, sin rumbo, sólo yendo hacia Oporto. 

Los paisajes y pueblos que conoceréis bien valen ir más lento. 

Un ejemplo, Foz do Arelho, una pequeña población con algunos establecimientos turísticos y famosa para practicar el kitesurf. Mi sugerencia; una pequeña tiendecita que no puedes pasar de largo y que posee los mejores quesos artesanos que he comido en mi vida. 

Pequeños placeres de viajar pausado y sin horarios.

Vayamos hacia el sur. 

Os quiero mostrar el precioso Algarve, no sin antes parar en Ericeira, la ciudad de mis colores. 

¡Me emocioné al descubrir su interior rebosante de blanco y azul!

Ericeira es marítima y encantadora al mismo tiempo.

Siguiente parada, Sintra. 

Aquí no cometáis el error de entrar con la autocaravana. Se trata de una ciudad medieval con castillos y edificaciones preciosas, pero también con calles estrechas, sinuosas y desniveles importantes. Lo mejor, aparcar fuera.

Sigamos por la costa.

Entre Sintra y Cascais podéis parar a pasar la noche en los alrededores del Hotel Fortaleza Do Guincho. Calma total para dormir con el sonido del mar, algo que no tiene precio. 

Existe una senda para caminar y/o andar en bicicleta muy recomendable y que te lleva a la Praia do Guincho.

Una cualidad de muchas de las playas de Portugal es que son una explosión de naturaleza salvaje, grandiosas, con ingentes acantilados, olas… ¡De una belleza que te deja sin aliento!

La playa de Arrifana también cuenta con un acantilado espectacular y una puesta de sol inolvidable.

Escogimos la localidad de Carcavelos para dormir al lado de su paseo marítimo y al día siguiente continuar por el puente Vasco da Gama hacia el sur.

Praia do Beliche fue nuestra siguiente pausa en el camino.

¡Amo la imagen de esta playa! 

Se esconde bajo unos imponentes acantilados y sus vistas desde la parte de arriba son impresionantes.

Igual pasa con Sagres.

Cuando llegas, solo ves un descampado en medio de la nada con autocaravanas y furgonetas aparcadas. Pero cuando vas descendiendo comienzas a oír el rugido del mar y el paisaje que se abre ante ti te hace sentir pequeña y especial a la vez. 

Toda la zona del Algarve es digna de mención.

Sus playas y acantilados. Sus aguas de un verde casi turquesa y que nos hace pensar en paisajes italianos.

Ponta da Piedade te traslada a un anuncio de perfume de Giorgio Armani.  

¡Con sus rocas y puentes! Y no nos olvidemos de las lanchas pequeñas de madera. ¡Hermoso!

La playa de Benagil vuelve a ser naturaleza en estado puro. Y en la Praia do Dona Ana vi una luna llena perfecta.

Nuestra estancia en Portugal culminó con una tarde en Santa Luzia, un pueblo pesquero con muchísimo encanto y quietud, donde el tiempo parecía haberse detenido

¡Visitad este país! Pero recordad hacerlo con sosiego, con curiosidad y con cariño.

Además, viajar en autocaravana te proporciona una libertad inmensa. 

¡Tú decides! Elegir un lugar entre tanta belleza puede resultar una tarea difícil. Pero poder dormir al lado del mar y despertar en estos parajes no tiene precio.

*Este artículo aparece publicado en el número de Diciembre 2020 de la revista iCruceros

Revista iCruceros