¡Feliz Cumpleaños!
Por :iker Elduayen
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Siempre que firma un autógrafo dibuja una flor al lado. A Maribel Verdú (Madrid, 1971) le gustaba el olor de las flores que su madre y su abuela compraban en la floristería de Argüelles, Madrid. Pasión que sigue intacta hasta la fecha, porque la actriz confiesa que, si se siente decaída, no tiene más que entrar en una floristería y dejar volar su imaginación para crear un colorido ramo. Hoy, 2 de octubre, cumple 52 años y aunque esté en México, rodando la película Raymond & Ray junto a Ethan Hawke y Ewan McGregor, recibirá como siempre el ramo de rosas blancas que le manda su amigo y colega de profesión Antonio Resines.
Bel, como siempre le han llamado en casa, empezó haciendo publicidad. Fue rostro de marcas como McDonald’s, El Corte Inglés, La Casera u ONCE. Chica de publicidades hasta que Vicente Aranda le descubrió en la serie La huella del crimen que dirigió para Televisión Española. En cine se estrena a las órdenes de Montxo Armendáriz, en la película 27 horas, donde era una joven drogadicta que no encontraba su quehacer en la vida. Le siguió El año de las luces de Fernando Trueba, donde era la inocente y estudiosa sobrina de José Sazatornil a la que se le cruza con un jovencísimo Jorge Sanz, del que finalmente acabará enamorada. Confesó no hace mucho a Mercedes Milá el mal recuerdo que tiene José Luis Manzano en el rodaje de La estanquera de Vallecas, quien junto José Luis Gómez, asaltaba el establecimiento de su tía Emma Penella.
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Aspiraba a conquistar a un decaído Alfredo Landa en Sinatra, enredaba el conflicto en El juego más divertido, impedía el alistamiento al ejercito de su joven novio en Soldadito español o se vengaba de su enamorado en El aire de un crimen, iniciando un romance con un capitán almirante. En 1991 apareció Vicente Aranda, que dirigió el entramado amoroso entre Jorge Sanz, Victoria Abril y la propia Maribel, que interpretaba a una trabajadora sirvienta que tiene motivos de sobra para tener celos de su cortés amante. Belle Époque volvería a unirles, está vez al estar ella hastiada de su posible boda con Gabino Diego y de lidiar con su insistente suegra, Chus Lampreave.
Cantaba a la noche y se enamoraba de un novel director de cine, interpretado por Fernando Guillen Cuervo, en Tres palabras; amante de Javier Bardem en Huevos de oro o harta de José Coronado en Salsa rosa. Ideaba una fuga junto a Fernando Rey en El cianuro… ¿solo o con leche?, se criaba junto a las monjas lideradas por Fiorella Faltoyano en Canción de cuna o trataba lujuriosamente con la popular alcahueta en La celestina.
Acogida por Antonio Resines en La buena estrella, inocente ladrona en Carreteras secundarias, icónica Duquesa de Alba, supuestamente, retratada por Francisco de Goya en Goya en Burdeos, protagonizada por el gran Paco Rabal. Recién entrado el nuevo siglo decide unirse al atraco ideado por su amiga Adriana Ozores en El palo y tiene una incómoda relación con el recién llegado Carmelo Gómez en El portero. De nuevo, protagoniza un lujurioso triangulo amoroso que le sitúa entre Diego Luna y Gael García Bernal en Y tu mamá también.
Pedro Olea hace que Maribel se reencuentre con su compañero de juventud Jorge Sanz para protagonizar Tiempo de tormenta, en la que se debe decidir por su adicto marido o Dario Grandinetti. El mexicano Guillermo del Toro contrata a la madrileña para la popular El laberinto del fauno y Gracia Querejeta pone a su nombre el negocio familiar de una sala de juego en Siete mesas de billar francés. Cubría las infidelidades de su hija en Oviedo Express y escondía a su perseguido marido Javier Cámara en Los girasoles ciegos. Fue la odiosa madrastra en la enigmática versión española de Blancanieves, la desesperada madre de Arón Piper en 15 años y un día, la organizadora de una perturbadora reunión en Felices 140, audaz investigadora en La punta del iceberg, desesperada y dopada por el sanador Santiago Segura en Sin rodeos o fiel protectora del asesinato cometido por su hijo en la bilbaína Ola de crímenes. En esta 70 edición, aunque no ha acudido por su ya mencionado rodaje al otro lado del charco, le hemos podido ver como cotilla aspirante a una audición como actriz en la delirante Historias para no contar de Cesc Gay.
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