Crucero por las Islas Británicas Las Highlands

Texto : Conchi Castañeira ,Fotos: Imanol 

Hablar de las Highlands es hablar del verdadero corazón de Escocia. Las Tierras Altas reciben al viajero con una belleza indómita, salvaje incluso y sobre todo con leyendas, monstruos, castillos, héroes y destilerías de whisky. 

Con todos mis sentidos preparados, comencé este viaje emocional por este paraíso natural de belleza infinita. Por mis ojos fueron desfilando agrestes montañas, pueblitos de cuento, pequeñas islas, animales en su hábitat, valles de un verde rabioso… y mi imaginación comenzó a volar. 

Nuevo nº Marzo



Las Highlands Crucero por las Islas Británicas

¿Nos adentramos un poco en esta tierra donde el tiempo parece que se ha detenido?

Las Highlands Crucero por las Islas Británicas

Nuestra primera parada fue en Stirling. Este pequeño pueblo, cobijado en una empinada colina, es famoso por la conocida batalla del Stirling Bridge en la que la armada escocesa, guiada por William Wallace, derrotó al ejército inglés en 1297.

¿Quién no recuerda al actor Mel Gibson dado vida a este héroe y corriendo con la cara pintada por esta llanura?

Para conmemorar las gestas de este legendario guerrero se erigió en 1869 el Monumento Nacional William Wallace en la cima del monte Abbey Craig, muy cerca de Stirling.

 Se trata de una torre de arenisca de unos 70 metros de altura y de estilo gótico victoriano.

En su interior se conservan diversos objetos, que se dice pertenecieron a William Wallace, como su gran espada de batalla de 1,67 metros de longitud.

Dominando el valle imponente se alza el Castillo de Stirling controlando la frontera entre las Tierras Altas y las Tierras Bajas.

Situado sobre un risco de 750 metros de altura esta fortaleza fue casi inexpugnable. 

Construido en varios niveles y ampliado en diferentes épocas, entre jardines, patios, cañones, callejones y pasillos escondidos narra las gestas del pueblo escocés y atrae por su majestuosidad.

Todo su interior ha sufrido una restructuración excesivamente minuciosa por lo que quizás transmite una sensación de decorado de película. Aun así no deja de resultar fascinante.

Como fascinantes son las Stirling Heads –las cabezas de Stirling- uno de los tesoros artísticos de Escocia. 

Son  rostros, de gran realismo, que el rey Jacobo V encargó tallar en madera de roble alrededor de 1540 y que durante más de dos siglos impresionaron a todo 

aquel que visitaba la fortaleza desde los techos de sus estancias. Representan reyes, nobles, seres mitológicos, personajes bíblicos y hasta emperadores romanos.

En el año 1777 fueron dispersadas después de un derrumbe de los techos. Algunas se perdieron para siempre, pero 34 de ellas se han podido recuperar y restaurar. Las puedes admirar en una exposición dentro del propio castillo. Aunque la sensación es de que son ellas las que te observan a ti.

Y dejamos de momento las batallas y los castillos para adentrarnos en el pintoresco pueblo de Beauly -ya su nombre nos lo dice todo «lugar hermoso»-. 

Para los amantes de la serie «Outlander», basada en las novelas de Diana Gabaldon, os contaré que aquí se encuentran las extensas ruinas de la iglesia abacial del Priorato de Beauly fundado en 1230...