El viaje de Marina

En 2016 compré un billete sin regreso a Australia. Aunque fue en Sri Lanka donde mi vida dio un giro inesperado. Sufrí mi mayor desamor, pero “a cambio” encontré el amor propio y todo un futuro por delante. 

Foto : Annelot van geffen

Desde que decidí dejarlo todo y “volar por mí misma” he experimentado en tres años más de lo que he vivido a mis 26. Dicen que cuando uno viaja cada día es un reto en el que te vas a dormir no con una, si no con varias lecciones aprendidas. Así fue como en octubre del 2018 tomé la decisión de emprender una nueva aventura en Sri Lanka con mi novio australiano. Un paraíso poco conocido, una cultura interesante, un país barato, olas de ensueño y un futuro exitoso con el amor de mi vida. Promete, ¿verdad?

Nuevo nº Marzo 2020

Quizá algún día entre en detalles, aunque las razones no son importantes, pero nos encontramos en la tesitura de separarnos. Me vi rota en pedazos y sola en un país que no conocía. Nunca me había encontrado tan perdida como en ese momento. Fueron varias las noches en las que apenas podía conciliar el sueño. La ansiedad, la tristeza y la sensación de haber perdido podían conmigo. Sin embargo, no sé si es mi personalidad, la educación recibida o mi cabezonería por lo que me planteé: “tienes dos opciones: regresar a casa o comenzar a demostrar lo que vales”. Ahí fue cuando abrí los ojos y decidí brillar por mí misma, aunque fuera sola. 

De esta forma comenzó mi “serendipia” o mi suerte inesperada. Esta palabra fue una gran inspiración durante los seis meses que viví en Sri Lanka. Todo el esfuerzo, el trabajo y la gente que conocí a lo largo del camino me condujeron a un futuro cercano del que estoy, por fin, motivada y orgullosa de formar parte. 

Llámalo destino, suerte o casualidad. Yo lo llamo “mi serendipia” (“my serendipity” en inglés). Así se llama el proyecto en el que me inmerso ahora y al que me quiero dedicar el resto de mi vida. Allí en Sri Lanka conocí a dos chicas, de Alemania y Noruega, con las mismas pasiones que yo. Se convirtieron en mis mejores amigas y ahora socias de lo que es un retiro de yoga para mujeres con el objetivo de ayudar a la comunidad local femenina de todos aquellos países en los que viajemos con “My Serendipity”.

Las mujeres en Sri Lanka apenas tienen derechos, por lo que queremos trabajar mano a mano con aquellas familias sin una figura masculina, para así potenciar su independencia económica. Comenzamos este nuevo reto en enero del 2020 en el que buscamos a 12 mujeres con ganas de explorar, disfrutar del yoga, del mar y compartir esta aventura con nosotras. 

Continuaré escribiendo sobre mis viajes y a donde la suerte, en la que trabajo día a día, me lleve. 

Marina Mantolan Redactora revista iCruceros