Cuando llegue la luna llena
iré a Santiago de Cuba.
Iré a Santiago
en un coche de agua negra.
Iré a Santiago.
Cantarán los techos de palmera.
Iré a Santiago.
Cuando la palma quiere ser cigüeña.
Iré a Santiago.
Y cuando quiere ser medusa el plátano.
Iré a Santiago.
Con la rubia cabeza de Fonseca.
Iré a Santiago.
Y con la rosa de Romeo y Julieta
( Federico García Lorca )

Fotos: @santiagode_cuba
Casi ochocientos kilómetros separan La Habana, capital de Cuba, de Santiago, capital de la provincia de Oriente. Quizás esa sea la razón de ser menos visitada, ya que normalmente llegamos a la isla justamente por la otra punta.
De punta a punta, es una isla caribeña que, una vez la descubres, ya siempre la llevas en el corazón.
Fundada en 1515 por Diego Velázquez y con Hernán Cortés como primer alcalde,
esta ciudad fue forjando en un fuerte carácter, ya desde los primeros tiempos, a unos Santiagueños revolucionarios y con una marcada personalidad.
Mucha historia y una arquitectura variada logran que la ciudad sea indispensable en este viaje cubano.
Revista iCruceros Ahora es Revista Fetén
Sin duda lo más interesante de la visita son sus habitantes amables, charlatanes y muy cariñosos… a pesar de sus muchas carencias debidas a un sistema político decepcionante y con un bloqueo que les obliga a buscarse la vida desde que se levantan hasta que se acuestan.
Sueldos medios muy bajos, insuficientes para una vida cómoda.
Tiendas con un desabastecimiento brutal en las que faltan muchas cosas básicas y el estraperlo está a la orden del día.
Sanidad y educación de la que se sienten orgullosos, pero que hacen desconfiar en cuanto intuyes o percibes las carencias.
Poseen hospitales para cubanos con equipos antiguos y medios obsoletos, y hospitales para extranjeros con la última tecnología donde ingresan políticos y deportistas de renombre internacional.
Muchas escuelas a pie de calle enseñan a los niños ávidos de aprender en aulas chapadas a la antigua.
Así es la vida cotidiana para un cubano.
Tienen todo y no tienen nada.
Llevan la sonrisa grabada a fuego desde sus orígenes coloniales, que es de agradecer cuando llegas a una ciudad a cuarenta grados y con un noventa y nueve por ciento de humedad.
Comentan que es aquí donde nace el calor y lo llevan al resto de Cuba…
Mucho para descubrir, tanto en el centro histórico de la ciudad como un poco más a la afueras.
Empecemos en el centro con un recorrido a pie por los puntos que, a mi parecer, son más chulos, aquellos que llamaron más mi atención:

Destino Santiago de Cuba
Parque Céspedes
Plaza principal en honor al iniciador de la independencia cubana, Carlos Manuel de Céspedes. Siempre con ambiente muy alegre, con sones de danzón e iniciativas culturales y sociales
Catedral de Nuestra Señora de la Asunción
Desde 1528 que se comenzó la construcción han sido varios los ataques piratas, terremotos y demás factores climáticos que han destruido total o parcialmente esta Catedral hasta dar paso a la que hoy en día podemos contemplar.
El exterior llama la atención por dos torres neoclásicas y un colosal arcángel. En el interior, el coro en sillería y unos bonitos frescos son el plato fuerte, todo muy bien iluminado, ya que dejan abiertas las grandes puertas en cada oficio religioso.
Mirador de Casa Granda
Este mirador es de los mejores para contemplar la puesta de sol y ver todo Santiago.
Pertenece al hotel del mismo nombre, podemos acceder hasta su terraza aunque no estemos allí alojados, previo pago de una pequeña entrada.
Museo Emilio Bacardí
Fue el primer Museo-Biblioteca público de Cuba gracias a las donaciones del magnate del Ron cuyo apellido es mundialmente conocido.
Cuando se fundó el Museo en 1899 Emilio Bacardí era alcalde municipal de Santiago de Cuba. Nos muestra la cultura precolombina, arte internacional e historia de Cuba.

Libreria La Escalera
Pequeño espacio abarrotado de libros, desde el suelo hasta el techo. Los nostálgicos del Che estarán encantados de curiosear entre los miles de ejemplares.
Casa de Diego Velázquez
Casa vivienda del siglo XVI considerada la más antigua que aún se conserva en Cuba.
Ahora acoge El Museo Histórico de Ambiente Cubano .
Plaza de Marte
Antiguamente era utilizada por los soldados como campo de entrenamiento, hoy es centro de reunión y esparcimiento en torno a una columna de veinte metros de altura que conmemora el ejército libertador de Cuba.
Calle Enramadas
Más de dos kilómetros de calle para ver y dejarse ver.
El entramado original se remonta a 1603, y siempre ha sido una calle llena de vida que invita al paseo, repleta de tiendas, comercios, restaurantes, teatros…
Cierto es que la decadencia también asoma entre los bellos edificios que, sin duda, vivieron épocas mejores.
Cuartel de Moncada
Colosal edificio dedicado a la enseñanza tras ser un cuartel militar hasta mediados del siglo XX.
Es visitable, ya que alberga un interesante Museo de Historia.

Barrio DEL TÍvoli
Creo que es la zona más auténtica y menos turística de Santiago, situada en la parte trasera de la Catedral. Fue fundada por colonos franceses huidos de Haití allá por el siglo XVII.
Se aprecia una increíble mezcla de culturas, donde las costumbres europeas se fusionan con música africana y supersticiones caribeñas.
Por si fuera poca toda esta ebullición, además se pueden contemplar unas vistas increíbles del mar y las montañas solo con acceder por la empinada Escalinata del Padre Pico.
La Casa de las Tradiciones, como Centro Social, para vivir la auténtica música cubana mientras te tomas un mojito o una cervecita, siempre nacional, bien helada.
Incluso te intentan enseñar algún paso de baile…
El Museo de la Clandestinidad añade un plus a este barrio santiagueño donde hasta Fidel Castro se instaló durante unos años.
Mención aparte merece La casa de la Trova, que desde hace más de cincuenta años en la Calle Heredia y alrededores, consigue reunir a los amantes de la música cubana en un garito donde gozar del baile y ritmo latino.
Siempre con actuaciones en directo.
Cuando te dicen de una ciudad que su alma es el carnaval imaginas que la alegría y la FIESTA, con mayúsculas, forman parte de su cultura desde hace siglos.
Santiago es carnaval puro, lo celebran a finales del mes de Julio, coincidiendo con la Fiesta Nacional de Cuba del día 26.
En todo el Caribe no hay fiesta más popular, y no lo dicen solo los lugareños…
Seguramente después de un potente carnaval nos apetezca algo más tranquilo, a las afueras de la ciudad, a media hora en coche, con unas imponentes vistas a la bahía que baña Santiago.
El Castillo del Morro de San Pedro de la Roca
Es un ejemplo claro del espíritu de Santiago de Cuba.
Recorramos esta Fortaleza Militar, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, gracias a su alto valor histórico y arquitectónico.
La belleza natural de un paisaje típicamente caribeño frente al desafiante mar Caribe.
Eso es Santiago. Eso es Cuba.