Poder hacer un recorrido de poco más de 100 kilómetros disfrutando de un patrimonio cultural inigualable, contemplando atardeceres desde altos acantilados, adentrándonos en las frescas aguas de un casi siempre fiero cantábrico, pisando arenales dorados o calas rocosas, deleitarnos con una gastronomía diseñada para dioses o meternos de lleno en tradiciones ancestrales para rematar en una de las muchas romerías rebosantes de gentes acogedoras y divertidas.Así siento yo la costa de Bizkaia, y así es como la voy a narrar.Son mis catorce favoritos. Son todos los que están, pero no están todos los que son.Iremos de oeste a este. De izquierda a derecha. De babor a estribor.Y siempre mirando al norte.Goazen. Vamos.


Nuevo nº Septiembre 2020


Pueblos de la Costa Vasca

Costa Vasca Plentzia

ZIERBENA

Con un pequeño puerto repleto de buenos restaurantes, ha sabido mantener su encanto, a pesar de ser engullido por el Puerto de Bilbao.

Forma parte del Camino de Santiago, posee una gran playa, la siempre concurrida Playa de la Arena, compartida con el vecino municipio de Muzkiz. Aquí podremos disfrutar de un paseo mirando hacia las suaves dunas por un lado, o a los animosos surferos por el otro.

Zierbena, siempre ligada al Cantábrico, posee seis barrios muy interesantes en el interior. El primer fin de semana de octubre, la Feria de Marisco-Itsaski Azoka para degustar estos manjares a precios populares.

La gran afición por el remo y los bolos katxete hacen de este punto el ideal para comenzar esta ruta.

Virgen del Carmen Santurtzi

SANTURTZI

Bonita aldea, pueblo de pescadores, con la Virgen del Carmen y San Jorge como patronos.

Las más bellas zonas cercanas a la costa han desaparecido, ganando terreno al mar por la ambiciosa ampliación del Puerto de Bilbao.

Actualmente, en el siempre concurrido puerto pesquero se puede visitar la Cofradía de Pescadores y el centro de interpretación, que nos hará tener una idea de la transformación de Santurtzi a lo largo de los siglos. También por allí veremos a nuestros arrantzales, descargando pescado fresco, alguna sardinera vendiendo su pesca o a los remeros de la Sotera cargando a hombros con su trainera.

Sin olvidarnos del Parque histórico-artístico, presidido por el Ayuntamiento y la iglesia de San Jorge, con sus gigantes sequoias californianas, cedros del Himalaya o inconfundibles palmeras enmarcando un kiosco central con coloridos mosaicos de cerámica.

Recorrer el paseo marítimo Reina Victoria y sorprendernos con el Agurtza, tradicional barco atunero reconvertido en museo, contemplar diversas esculturas, ojear iglesias,  palacios y torres o incluso subir a la magnífica atalaya que es el Monte Serantes que, con sus 451 metros de altitud, se convierte en el mejor mirador de la comarca.

Esto, junto a la gastronomía y buen ambiente, hacen de Santurtzi un destino imprescindible si te gusta lo auténtico.

PORTUGALETE

Noble villa jarrillera, fundada en 1322 por Doña María Díaz de Haro, debe su nombre a las jarrillas en que se servía el txakoli.

La antigua estación de tren de `La canilla´ alberga la oficina de turismo, cerquita de la Plaza del Solar, donde destacan el Ayuntamiento y el kiosco de música con  un colorista mercado de frutas, flores y verduras, que las aldeanas traen de las huertas más cercanas.

En esta misma plaza, una estatua rinde homenaje al empresario portugalujo Víctor Chávarri, promotor de los famosos Altos Hornos de Vizcaya. En Rialia, interesante museo, podremos asomarnos a ese pasado y ver la importancia del hierro en la comarca.

Caminar  por el cómodo muelle Churruca, a orillas de la ría del Nervión  y descubrir el siempre majestuoso Puente Colgante, Monumento Patrimonio de la Humanidad, suele ser el motivo más importante para llegar hasta Portugalete.

Diseñado en 1887 por el arquitecto Alberto de Palacio y el ingeniero Ferdinand Arnodin,  sirve desde entonces para cruzar de una margen de la ría a la otra.De la izquierda con Portugalete, a la derecha con Las Arenas. 

Con el mar al norte, siempre.

También podemos cruzar de un lado a otro en el bote, y seguramente sentir alguna salpicadura de agua salada.Antes de cruzar de margen recorreremos las empinadas calles del casco histórico, donde tomar un vino con su correspondiente pintxo es de obligatorio cumplimiento.En la zona más elevada está la Basílica de Santa María y muy cerca la antigua Casa Torre de Salazar.

Portugalete siempre merece la pena.

GETXO

Una vez llegamos a la margen derecha podemos iniciar un agradable paseo a través de los edificios más representativos de la arquitectura de finales del siglo XIX.

Contemplando bellas y singulares villas, siempre con el Cantábrico a nuestro lado llegaremos hasta el puerto deportivo El Abra, inaugurado en 1997.

Desde este moderno puerto seguiremos avanzando hasta Algorta, para visitar su Puerto Viejo. Es un pintoresco enclave  que aún conserva la esencia de antaño, pero con un moderno ambiente.

Para ver y dejarse ver. 

Remataremos nuestro recorrido disfrutando de los acantilados de La Galea y Aixerrota, en pleno contacto con la naturaleza y, desde allí, con unas esplendorosas vistas, continuaremos entre faros, molinos, fuertes, cementerios, campos de golf y playas,  que nos despedirán hasta otra, seguramente no muy lejana, visita.

BARRIKA

De los municipios más antiguos de Bizkaia, pequeño, pero con carácter, de ese que solo pueden tener los que desde la antigüedad se han dedicado a la pesca de la ballena.Perfecto para practicar senderismo, entre verdes campas y vertiginosos acantilados. Llegar paseando hasta yacimientos arqueológicos, sumergirse en calas de arena y roca mientras contemplamos una de las puestas de sol más bonitas que puedas imaginar.Sus siempre concurridos locales amenizan con buena música y ambiente de calidad, convirtiendo la zona en uno de los puntos más visitados de esta costa.

PLENTZIA

Preciosa bahía enmarcada con un magnífico arenal, muy cerca del centro urbano, donde destaca el pintoresco casco viejo de origen medieval, presidido por la Iglesia de Santa María Magdalena y su torre del siglo XVI.

Su Ría, desembocadura del río Butrón, colmada de pequeñas embarcaciones, hace de eje central del municipio.La Gallarda, su puerto, albergó antaño una gran actividad pesquera, fondeando en la actualidad, mayoritariamente barcos de recreo.En esta bahía destaca a unos 15 metros de profundidad un laboratorio enológico submarino, para envejecer vinos, txakolís y sidras, de diversas denominaciones de origen.

Plentzia, todo un tesoro.